S. V. S. , un ganadero de 37 años del concello de Muiños, niega implicación alguna en el incendio forestal que arrasó 800 hectáreas en el Parque Natural del Xurés, afectando a galpones y obligando a desalojar la aldea de Requiás (Muiños) por el peligro inminente para propiedades y vecinos (la consellería de Medio Rural tuvo que decretar el nivel 2 de alerta). "No tengo nada que ver. Me acusaron sin pruebas y sin tener nada que ver", afirma el investigado a FARO. Asegura que la Guardia Civil puso el foco en él por una denuncia de su propia hermana.

El martes fue citado a declarar al cuartel de Lobios. No fue detenido, subraya, y después de la comparecencia pudo volver a casa. En el puesto de la Guardia Civil se acogió a su derecho a no declarar. Ayer estaba citado ante la juez que instruirá la causa por un delito de incendio forestal. El ganadero respondió a las preguntas y negó ser el responsable del fuego del Xurés.

El sospechoso sigue en calidad de investigado tras el acto de ayer. En la causa serán citados testigos y peritos antes de que la juez decida si hay base para abrir juicio oral. Al ganadero lo sitúan en la zona donde empezó el incendio de principios de septiembre. "Que subiera al monte no quiere decir nada porque voy todos los días, tengo más de 70 vacas que atender", justifica. "¿Tú crees que si tuvieran alguna prueba contra mí estaría libre", expuso en la conversación con FARO.

El incendio forestal de Requiás obligó a desalojar vecinos, ardieron alpendres y permaneció activo durante varios días. Eran días de alta tensión en la provincia de Ourense, en medio de una oleada de fuegos que afectó con especial relevancia al Parque Natural del Xurés, muy castigado por los incendios desde hace lustros pese a tratarse de una reserva con protección ambiental. La extinción fue complicada debido a las orografía y las condiciones meteorológicas adversas. El frente quedó extinguido después de una semana

Las inspecciones técnico-oculares realizadas por los agentes del instituto armado determinaron que el fuego había sido provocado, al ser localizados varios focos de inicio "estratégicamente distribuidos" en una zona dedicada al pastoreo vacuno, según la Guardia Civil, por lo que el interés del incendiario habría sido el de obtener superficie para pastoreo (la ley prohíbe sacar al ganado en terreno calcinado durante 2 años. Hubo 4 focos simultáneos. El caso que la justicia deberá esclarecer en fase de instrucción fue bautizado por la Guardia Civil como "Operación Eufemia".