El gobierno local de Cangas sigue su periplo de obras por el casco vello. Pasó de ser una asignatura pendiente a ser uno de los lugares del municipio donde las inversiones fueron mayores. Ayer empezaron los trabajos de reparación de la calle O Hío,transversal a la calle Real. Era la más destrozada por el continuo tránsito de vehículos y la imagen que se ofrecía de este rico casco antiguo de Cangas a través de ella era lamentable. La obra se lleva a cabo con parte de las mejoras en la adjudicación de las calles Rúa Nova y Retrama, también en el casco antiguo. Los trabajos consisten en la el cambio de las losas más dañadas y los lleva a cabo la empresa CCS. Estaba previsto que el sábado terminaran los trabajos, pero tal y como está el tiempo, el gobierno confía en que para el próximo miércoles las obras estén ya finalizadas. Pero las actuaciones en esta zona no finalizarán con las obras de la calle O Hío. El gobierno tiene la intención de adjudicar la próxima semana las calles Pablo Iglesias y Garelli. Los trabajos consisten en separación de pluviales y fecales, instalación e servicios como alumbrado, gas y telefonía, además del necesario cambio de losetas. Se cambiarán las que hay por otras losetas de granito silvestre del país, después de construir una solera armada. La primera tiene un presupuesto de ejecución de 210.000 euros aproximadamente y la segunda, de alrededor de 190.000 y es la Diputación Provincial de Pontevedra la que corre a cargo con la financiación. Las actuaciones en el casco vello alcanzaron en este mandato a las calles Alfonso Saralegui, Praza do Arco, Praza da Constitución, Rúa Nova e Retrama. El concejal de Urbanismo, Rafael Soliño, afirma que los datos ponen de manifiesto el grado de prioridad que tiene para el gobierno de Cangas el casco vello y la sensibilización que hay con su protección y mantenimiento. También espera conseguir próximamente las pilonas que controlen el paso de los vehículos a la zona.