Erradicar los vertidos industriales que soporta la ría de Pontevedra parece un paso ineludible para mejorar la calidad de las aguas en el estuario que forma el río Lérez. Y es que según los datos que maneja Augas de Galicia, la ría soporta a catorce empresas que vierten directamente sus residuos al mar, algunas de ellas con permisos y sistemas de depuración, aunque la mayoría, indican desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, sin los medios adecuados para minimizar el impacto que estas descargas contaminantes causan sobre el medio marino.

De hecho, desde este departamento autonómico confirman que la mayoría de las empresas que forman parte de esta "lista negra" se enfrentan en la actualidad a expedientes sancionadores abiertos por estos derrames.

Por concellos, el de Marín es el municipio que aglutina a un mayor porcentaje de empresas cuyos emisarios descargan directamente a la ría pontevedresa, un 35,7%. En su mayoría son instalaciones ubicadas en el ámbito portuario.

Cangas cuenta con otras 3 empresas ubicadas en Aldán, en la franja del litoral de este municipio que da a la ría de Pontevedra. Sanxenxo, un municipio plagado de banderas azules en sus playas, alberga a otras dos empresas que vomitan sus residuos directamente al mar, el mismo número que la capital, Pontevedra.

En cuanto a las características de los vertidos, en los catorce casos se detectan descargas de origen industrial, es decir, relacionadas con la actividad fabril que desarrollan. Se trata sin duda de los episodios más contaminantes ya que suelen tener una mayor DBO, es decir la demanda bioquímica de oxígeno que mide la capacidad del agua para autodepurarse.

Además, en dos de los catorce casos se localizaron a mayores restos de vertidos de fecales y uno mixto con residuos industriales y domésticos. Otra empresa también canalizaba hacia la ría sus recogidas de aguas pluviales.

Una docena de estas empresas vierten a la ría directamente a través de emisarios o desagües propios. Casos como Ence o Elnosa, que se encuentran en la lista, cuentan con sus propios sistemas de depuración y disminuyeron la carga contaminante de sus residuos en los últimos años.

En dos de los casos las empresas contaminan la ría vertiendo sus desperdicios al mar a través de la red de saneamiento.

De los catorce casos examinados, los vertidos a la ría son continuos en doce ocasiones y sólo en dos tienen carácter puntual.