"Hay dudas más que suficientes para rechazar este proyecto". Esta es una de las conclusiones que realiza el BNG de Lalín para cuestionar claramente la planta de Rasco. La ejecutiva local apunta que la inexactitud documental es uno de los motivos por los que se podría frenar la licencia, además de recordar que la potestad para dar o rechazar el permiso es exclusivamente municipal.

Los nacionalistas consideran "inadmisible" que haya intromisiones desde el entorno de la empresa. Se posicionan al lado de los vecinos e indican que el procedimiento administrativo del expediente no está acabado no los informes incorporados hasta ahora son concluyentes para dirimir el permiso, pues, a su juicio, incluso el de la Xunta solo es la parte dentro de la integridad documental. "Una evaluación que no es suficiente para resolver la licencia y, visto los antecedentes de otras, capaces de autorizar proyectos muy cuestionables, tampoco nos ofrece toda la confianza".

Repara en que tanto en la memoria del proyecto como en la resolución de la Xunta se eluda un elemento esencial de la normativa específica relativo a la seguridad de la planta en la zona de almacenamiento de los neumáticos ante un riesgo de incendio. Sospecha que, si bien su la redacción de la ley es interpretable, este asunto pudo haberse omitido oportunamente en el proyecto ante la evidente dificultad de poder demostrar su incumplimiento, pues la planta no tiene distancia de separación con otras industrias o áreas forestales. La gestión de las aguas es otro asunto que preocupa y junto a los demás, suficientes para declarar la ineficacia del inicio de la actividad.