Los vecinos de Camanceiros, en Camanzo, alertan del lento pero progresivo desplazamiento del poste de teléfono que en su día se colocó sobre una mina de agua, a unos 100 metros de la iglesia del monasterio. El pozo, que antaño pasaba casi desapercibido y no ofrecía peligro, con las lluvias del invierno ha ido ensanchándose, de modo que el poste está levemente torcido y podría caer sobre las viviendas cercanas. Fenosa ya desplazó el lunes a técnicos de Elecnor, y desde el Concello se está a la espera de recibir noticias de la empresa, a la vez que añade que junto al poste se colocaron dos torretas de hierro, que podrían minimizar la caída. Fenosa, tras colocar el poste, años atrás intentó instalar una torreta en un terreno sin dueño, para la que incluso construyó la base. Pero estaba muy cerca de la pista y al final no pudo colocarla.