El Ministerio de Hacienda impulsará un decreto ley que permita a los ayuntamientos la reinversión de su superávit "con rapidez", si bien las inversiones han de fijarse al concepto de la sostenibilidad financiera y respetar las competencias de cada administración, aunque también se abren a redefinir este límite así como a flexibilizar la regla de gasto. El acuerdo salió de una reunión, el lunes, entre el ministro Cristóbal Montoro y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el vigués Abel Caballero. Las entidades locales podrán gastar sus remanentes desde ahora y coincidiendo con el calendario político que desemboca en las elecciones autonómicas y locales de 2019.

En líneas generales,el acuerdo ha sido recibido de forma positiva en los concellos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. El alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, califica la noticia de "magnífica" para las administraciones locales. En su caso, la cuantía rondaría los 3 millones de euros, en caso de reeditar el superávit de 2016. Y es que el dato a tener en cuenta es el de 2017, del que todavía no dispone la práctica totalidad de los concellos. Una excepción es Vila de Cruces, que lo cifra en 742.000 euros. En los demás casos, de modo orientativo, se toma como referencia el del año anterior. Entre los nueve concellos arrojarían un superávit de algo más de 6 millones de euros, dinero del que podrían disponer para inversiones.

Pero no todos se muestran tan optimistas con la noticia. La mayoría de los alcaldes y/o concejales responsables de hacienda apuesta por la cautela, hasta conocer en detalle el decreto ministerial y saber cómo y en qué podrán gastar los recursos. Es el caso de Rodeiro o Vila de Cruces, cuyos gobiernos locales consideran que hay que "leer la letra pequeña" antes de echar las campanas al vuelo. En A Estrada se muestran incluso críticos con una medida que, a su juicio, podría penalizar a los ayuntamientos con las cuentas saneadas. En definitiva, son los regidores del Partido Popular los menos entusiastas con el acuerdo abanderado por el socialista Abel Caballero.

A Rafael Cuíña le resulta "injustificable desde cualquier punto de vista" que los ayuntamientos, como "las administraciones más saneadas económicamente", tuviesen que pagar "las consecuencias de la mala gestión y el endeudamiento del propio Estado o de las comunidades autónomas. De hecho, él mismo había trasladado esta demanda de manera personal a Abel Caballero en diferentes ocasiones en las que coincidieron. Por eso, valora "de manera muy positiva" el pacto al que llegó su homólogo de Vigo con el ministro Montoro. A la espera de la liquidación presupuestaria del año pasado para conocer los datos del superávit, el regidor lalinense recuerda que el de 2016 había ascendido a 2.951.744 euros.

También a falta de cerrar la liquidación de cuentas de año pasado, Silleda -el segundo municipio más grande de Deza- muestra en el ejercicio de 2016 un superávit de 202.000 euros. Es, a todas luces, una de las cifras más modestas de toda la comarca, pero no se puede olvidar que el actual gobierno socialista heredó tanto de la etapa popular como del gobierno de coalición con Ofelia Rey unas cuentas en números rojos que en 2011, por ejemplo, liquidaron un presupuesto con algo más de un millón de euros de déficit. La recuperación que ha logrado el equipo de Cuiña permite en los últimos años mantener el ahorro en torno a los 200.000 euros, mientras que el remanente -cifra que se obtiene de restar las obligaciones pendientes de cobro a los fondos líquidos, el dinero en bancos y los derechos pendientes de cobro- se sitúa en el mismo período en 542.727 euros. Manuel Cuíña, por otra parte, fue uno de los más de 300 alcaldes que acudieron ayer a Madrid a la reunión que había convocado la FEMP ya el pasado día 20 para forzar la concesión de Montoro.

En cuanto a Vila de Cruces, las cuentas de 2017 se saldan con un superávit de 742.196 euros, según indican desde Intervención. El edil de Hacienda, Manuel Souto, indica que "estamos a la espera de que se nos indique si podemos utilizar toda la cuantía o solo parte". El gobierno cruceño tiene en mente una considerable ampliación de su traída de aguas, una obra que aparece en el listado de las financieramente sostenibles y que, por lo tanto, podrían ser sufragadas con el mencionado superávit.