La Asociación Cultural PromÓpera de A Coruña, que cuenta con el apoyo de la soprano gallega Laura Alonso Padín, pondrá en escena este viernes en el Salón Teatro de Lalín su particular versión de "La Traviata" de Giuseppe Verdi. En el elenco se encuentra el tenor mexicano Carlos Alberto Velázquez, que convive con una ceguera provocada por una mala praxis médica.

-¿Cuándo nació en usted la vocación por el Bel Canto?

-Yo empecé a cantar desde muy niño. Tuve la oportunidad de cantarle al maestro Luciano Pavarotti cuando tenía 9 años, en la ciudad mexicana de Guadalajara, y después le pude cantar al maestro Plácido Domingo cuando tenía apenas 15 años. Esto ha sido un motivo de vida para mi, y profesionalmente, a partir de los 20 años, cuando cambió mi voz, ya empecé a formarme en el Taller de Ópera de Sinaloa a cargo de un barítono puertorriqueño ya fallecido, que fue donde tuve mi educación operística con papeles, óperas y zarzuelas.

-¿Cómo entra en contacto con la asociación PromÓpera?

-Fue a través de la maestra Laura Alonso. La conocí en un concurso de un canto operístico en México y seguí en contacto con ella para pedirle consejos sobre repertorios y demás. Después fue ella la que me invitó a venir aquí para participar en las actividades de PromÓpera. Estoy muy a gusto con ellos porque se ha formado un gran ambiente y un buen equipo de trabajo. Estamos todos trabajando bajo su guía y creo que se está haciendo una muy buena labor.

-¿Viajan mucho?

-Ahora le hablo desde Buitrago de Lozoya, en Madrid, donde estamos trabajando. Las últimas funciones las hemos tenido aquí, y le puedo decir que estamos en plenos ensayos para poder poner en escena en Lalín una de las óperas más hermosas de todos los tiempos.

-¿Pondrán en escena en Lalín todo el libreto de Verdi o sólo veremos parte de La Traviata?

-La interpretaremos casi en su totalidad. Estamos trabajando a tope con nuestra maestra Laura Alonso. Lo cierto es que en la asociación se han conformado varios elencos , y ahora es una gran oportunidad de hacer una ópera tan importante. Le puedo asegurar de que en México no se tiene la ocasión de hacer una Traviata con varios elencos y estar todos sobre un mismo escenario. Esta ópera de Verdi es a la vez muy difícil, pero tiene la gran ventaja de haber sido desde siempre muy popular. Siempre se ha dicho de que La Traviata fue muy del público. Seguramente es junto a "Carmen", "Madame Butterfly" y "La Boheme" una de las óperas más queridas por los aficionados, y por todo el mundo al que le gusta la música. En México decimos que se trata de una ópera súper taquillera.

-¿Hasta qué punto su ceguera le condiciona a la hora de cantar?

-Yo quedé ciego por una negligencia médica. Nací sietemesino, me metieron en la incubadora, pero no me ponen un antifaz para protegerme del oxígeno caliente. De ahí se produjo un desprendimiento de retina, y se puede decir que básicamente soy ciego desde que nací porque eso fue al mes de estar en la incubadora. La ceguera ha sido una compañera y de la que he aprendido muchísimo. La oportunidad que se me está abriendo en Europa con PromÓpera es muy valiosa porque en México me encontré con casos de personas invidentes a la que le es muy difícil hacer ópera. El maestro Carlos Serrano siempre me dijo que debería hacer ópera incluso con ceguera.

-¿Cómo hace para participar en óperas dinámicas y corales?

-Yo he participado en óperas como "Carmen", que son escénicamente difíciles porque no son estáticas. También hice "Falstaff", que es muy dinámica, pero ya digo que tuve la gran suerte de poder trabajar con PromÓpera, porque nunca he tenido ningún problema a la hora de poder cantar esas óperas. La verdad es que nunca me he lamentado de estar ciego, porque, para mí, es una cuestión natural, nací así. Creo que es la actitud idónea para afrontar esta situación personal.