En el lenguaje empresarial, a menudo se escucha hablar de cuadro de mando integral, realmente conocemos su significado y los beneficios que puede aportar a la gestión de la empresa ¿Qué es? ¿Dónde se aplica? ¿Cómo se interpreta?

De una forma coloquial diremos que el cuadro de mando integral se asemeja al salpicadero de nuestro vehículo, cuando se enciende uno de los testigos luminosos sabemos que algo está ocurriendo. Los testigos luminosos del cuadro nos indican que existen fallos de batería, cinturón, dirección, nivel de aceite, frenos? ¿Qué debemos hacer cuando uno de ellos se ilumina? Dependiendo de cual sea, tendremos que detener la marcha, o mantenerla y en cuanto podamos acudir al taller para que lo revise.

El cuadro de mando integral, en la gestión empresarial, ejerce la misma función que el salpicadero del vehículo. Se define como aquel modelo de planificación y gestión que traduce la estrategia en objetivos, medidos a través de indicadores y ligados a unos planes de acción que permiten alinear las posibles desviaciones. Nos ayudará a engarzar piezas normalmente descoordinadas en nuestras organizaciones y a través de los denominados indicadores, que serían los testigos luminosos de nuestro salpicadero, nos avisarán si estamos cumpliendo o no los objetivos previstos ¿la evolución de ventas es la esperada? ¿la liquidez de mi empresa es suficiente? ¿el coste medio por empleado es el correcto? Los indicadores ponen de manifiesto todas y cada una de estas preguntas para a continuación llevar a cabo un plan de acción, acudir al taller, que permita corregir cada una de las desviaciones existentes. Es considerado uno de los modelos de gestión y planificación empresarial más importantes del momento.

En los últimos años, el mayor número de fracasos empresariales se hallan en la planificación de la estrategia y en una pésima ejecución de la misma. Es recomendable dejar atrás antiguos modelos de gestión e implantar otros nuevos, como el cuadro de mando integral que ayudará a seguir la ruta adecuada y a definir los objetivos que conduzcan a la supervivencia y desarrollo de las organizaciones.