La segunda y última Deporuta de BTT organizada por la Diputación de Pontevedra superó ayer buena parte del reto de la ruta circular Codeseda-Sabucedo con 250 "bike aloitadores" que salieron a primera hora de la mañana del curro nuevo (donde cada primer fin de semana de julio se celebra la mítica Rapa das Bestas) y regresaron al mediodía al centro del pueblo, donde les aguardaban los vecinos de Sabucedo para sorprenderles con callos elaborados por las casas de la parroquia.

Para entonces, los ciclistas participantes en la ruta ya se habían enamorado de la belleza de los parajes naturales y etnográficos que tuvieron oportunidad de ver. Fue un "exitazo", admitía al mediodía el presidente de Rapa das Bestas, Henrique Bazal, que aprovechó la presencia en Sabucedo de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, para pedirle que la iniciativa se repita. Su demanda obtuvo una respuesta positiva. Silva recordó lo rápido que se agotaron las 250 plazas disponibles para esta Deporuta -apenas 7 horas, según desvelaron fuentes de Rapa das Bestas hace unos días- y se comprometió no solo a que el año próximo vuelva a haber Deporutas sino también a que una de ellas -este año hubo dos, la de Sabucedo y otra por Verducido- tenga lugar de nuevo en Sabucedo. Ejemplifica su apuesta por la puesta en valor del interior de la provincia.

En vista del éxito de la ruta y de la satisfacción que los ciclistas expresaban al mediodía al llegar a Sabucedo, todo parece indicar que volverá a ser muy concurrida. Entre los inscritos solo había un vecino de Sabucedo, Kiko Magariños. Los demás procedían de distintos puntos de la provincia: A Estrada, Soutelo de Montes, Pontevedra, Vigo, Fornelos de Montes, Poio y Vilaboa, entre otras zonas. Si ya la salida fue impactante -al tener como punto de inicio el curro- a su llegada llegaban impresionados por la belleza natural y paisajística de la zona y su patrimonio etnográfico.

No en vano, la empresa Global DXT que organizó la ruta contó con el asesoramiento de Rapa das Bestas y Codeseda Viva, impulsores junto al Concello de A Estrada de la ruta del reto Codeseda-Sabucedo cuyo trazado siguió mayoritariamente la Deporuta, salvo en tramos impracticables en BTT (los que discurren al lado del río). La Deporuta arrancó en Sabucedo y avanzó por zonas de Cerdedo hacia el monte de As Quintas, entroncando ahí con la ruta del reto y pasando, por tanto, por la Fervenza das Quintas. Luego, avanzó por Campos hacia el refugio de Abragán, ya en el río Umia, subiendo hacia Filgueiras por pistas paralelas al río al resultar impracticables en bici las de la ribera fluvial. Desde Filgueiras, fue a Codeseda, donde había zona de avituallamiento, y desde allí salió por A Ponte de Paraños, un puente que sobrevuela el vial A Estrada-Forcarei para pasar por debajo de Outeiro hacia Marcenlos, para volver a enlazar con el trazado del reto, continuando por él hacia Trabadela (Ribela) para pasar luego por la Carballeira de Porto Bo y Os Rasteiros hasta la centenaria robleda y la capilla de A Grela y A Portela, antes de dirigirse hacia Vilaboa por el túnel que pasa por debajo del vial A Estrada-Forcarei y llegar a Sabucedo por el camino viejo. La cumbre de la Deporuta, el Outeiro de Pena Cabal (a 683 metros sobre el nivel del mar) y su panorámica del valle del río Quireza hasta la desembocadura en el río Lérez ofreció también una de las vistas más admiradas.

La Diputación agasajó a los dos "bike aloitadores" de más edad (José Juan Sotelo y Mari Carmen Ignacio) y a los dos de menor edad (Raúl Eiravella y Rosario Corbacho).

En este segundo día de programación de Muiñada, Magosto e Samaín (MUSA) en Sabucedo el buen tiempo acompañó, igual que el sábado. Y dejó un magnífico sabor de boca. Fue el colofón perfecto para la MUSA, en la que tuvieron especial éxito la ruta de senderismo; el showcooking del Samaná; y sobre todo los talleres de pan y filloas (de los más demandados), calabazas, telares y maquillajes, donde los niños se caracterizaron para la Procesión da Santa Compaña, que sumó más participantes caracterizados que nunca, portando cascabeles, cadenas y calabazas con velas. Hasta lo imprevisto salió bien. Y es que, cuando la procesión estaba llegando a Sabucedo, se fue la luz, contribuyendo a incrementar la sensación fantasmagórica de tan singular procesión. Ya en el lugar arrancó una noche de conciertos. Actuaron los gaiteiros de Airiños de Caldelas ("casi hijos predilectos de Sabucedo", hizo notar ayer con buen humor Henrique Bazal) y Raúl, con sus versiones aflamencadas de temas de rock. La velada se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

Y ya ayer, Rapa das Bestas, dio buena muestra de su capacidad de sacrificio y de aunar trabajo con fiesta. Mientras los ciclistas recorrían la ruta organizada por la Diputación, miembros de Rapa das Bestas acudieron a Arca a retirar a petición vecinal dos caballos que estaban entrando en fincas.

Y ya de inmediato enlazaron trabajo con celebración. En la entrega de premios, regalaron unas cestas con productos de la zona a tres vecinas del pueblo que siempre colaboran con la MUSA: Fina Monteagudo, Sara Monteagudo y Rosa Cabada (responsables de los talleres de filloas, telares y pan, respectivmente).