Los datos del IGE sobre movimiento natural de la población ofrecen información de nacimientos y muertes por géneros. Así, de los 381 nacimientos mencionados, 217 fueron niños y las 164 restantes, niñas. Sin embargo, a la hora de hablar de fallecimientos, se producen más óbitos entre las mujeres que entre los varones, con unas cifras de 478 frente a 467, dando el total mencionado de 945.

Esta particularidad se dio ya en 2015: con 457 nacimientos, 235 eran de niños, y 222, de niñas. En cuanto a las muertes, las 979 constatadas corresponden a 480 hombres y 499 mujeres. Los datos del IGE no disponen de referencias por géneros hasta 1980. Ese año se daba justo la tendencia contraria: nacían más chicas pero fallecían más hombres. Hubo 1.025 nacimientos, que se dividen entre 539 niños y 486 niñas. En cuanto a las bajas por fallecimiento, se registraron 852, repartidas entre los óbitos de 447 varones y 405 féminas.

La comparativa por años permite determinar, también, que en Deza el saldo vegetativo pasó a ser negativo en 1984. La peor cifra corresponde al año 2012, cuando se contabilizaron 375 muertes más que nacimientos. En la vecina de Tabeirós-Terra de Montes, su saldo también está en rojo desde el ejercicio de 1981, y la cifra más alta es, precisamente, la de -259 del año pasado. Pero ojo, porque ya en 2000 y 2010 se rozó este resultado, con -255 y -257.