Tal y como anunció el pasado viernes el alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, un grupo de expertos se desplazó ayer por la mañana al área recreativa de A Carixa, en la parroquia de Merza, para fotografiar con la mayor precisión posible el deterioro que presenta el puente con forma de arco que hay en este enclave. Las instantáneas se sacaron con drones, y se adjuntarán al informe que pagan a medias Cruces y Silleda y que se va a remitir el Concello tanto a la Consellería de Cultura como a la Diputación para que intervengan y eviten que los daños vayan a más. Otero también solicitará un encuentro con la titular de Medio Ambiente, Breatriz Mato.

El pontón se construyó hace 90 años para que los vecinos de Martixe, en Silleda, pudiesen acceder a un molino en Merza, y en su momento sustituyó a otra pasarela medieval. Desde hace varias semanas presenta un agujero, cerca de su coronación, del que caen piedras día tras día. El agujero tienen ya un metro de diámetro. Vila de Cruces y Trasdeza demandan una intervención urgente porque, como apuntó el propio alcalde y según valoraciones de los técnicos, a este ritmo la pasarela podría desplomarse en dos meses.