El cocinero Pepe Solla (gerente del restaurante Casa Solla, en Poio, desde 2001), la deportista local del Clube Keltoi, Judit Varela, y Miguel Vila, director de la Revista "Benbo", son los galardonados con los Premios de Gastronomía, Cultura-Deporte e Xornalismo Gastronómico Galo de Curral 2017.

La decisión del jurado se conoció ayer, tras una deliberación "en la que hubo un gran consenso en las categorías de gastronomía y deporte, mientras que en periodismo estuvo más reñido", según el alcalde y también presidente del jurado, Jesús Otero. Los premios que recibirán los tres galardonados son unos obsequios conmemorativos de la cita gastronómica. La entrega se enmarca en los actos de la XXIV Festa Gastronómica do Galo de Curral, que será el último domingo del mes, día 28.

El jurado, además de Otero, contaba con cinco vocales fijos para las tres categorías: la edil socialista María del Carmen Silva, el portavoz del BNG, Xoán Blanco, y el del PP, Manuel Souto, así como el edil de Industria y Comercio, José Luis Villaverde Gestal y el periodista Manuel Núñez Fiuza. Laura Rey, edil de Cultura, formó parte también del jurado de gastronomía y de periodismo, mientras que el edil de Deportes, Diego Pallares, se integró en el premio de Cultura-Deporte.

Cada uno de los vocales proponía un candidato para cada premio. En el de gastronomía, se valoró cada aspirante en función de su dedicación a la hostelería y la cocina tradicional gallega, la promoción del Galo de Curral de Vila de Cruces dentro o fuera de Galicia y la producción ganadera o agrícola que selecciones los mejores productos. Para Pepe Solla hijo, este galardón no significa, ni mucho menos, un reconocimiento más a su tremenda carrera (su restaurante tiene una estrella Michelín y tres soles Repsol, y su nombre está vinculado a los orígenes del Grupo Nove y la Asociación Galega de Sumilleres). Ayer afirmaba que "ni siquiera sabía que optaba a este premio, que por lo demás me parece tremendamente bonito, porque yo no hago las cosas para obtener reconocimientos ni premios, sino porque es una parte indispensable de mi labor. Estoy feliz, contento y orgulloso". Solla apunta que, antaño, las tierras gallegas tenían un gran protagonismo en cuanto a la cría de aves, "pero al alejarnos del rural, dejamos de conocer este producto", con lo que puede decirse que la carne de gallo de corral "era casi un producto perdido" en la hostelería. Por eso quiere destacar el esfuerzo de los criadores "que poner en marcha proyectos con más ilusión que con vista empresarial", enfocados más a la cultura gastronómica. Entre los clientes que acuden a Casa Solla y degustan el gallo de corral con sello cruceño, "encontramos a mucha gente que ya conocía esta carne, pero que no la recordaba, así como a clientes que la prueban por primera vez " y que descubren todo el sabor y la intensidad que ofrece un alimento cocinado a fuego lento y con mimo.

Y frente a la experiencia de Solla, la juventud de Judit Varela. Tiene 18 años y lleva desde 2012 en la lucha libre a través del Clube Keltoi. Recogerá el galardón en el apartado de Deporte por la repercusión de su actividad dentro y fuera del municipio y por haber participado en competiciones a escala nacional e internacional. Meses atrás, participó junto a la selección española en el Campeonato del Mediterráneo de Luchas Olímpicas, donde obtuvo medalla de plata en 63 kilos júnior. Agradece este galardón "porque es un orgullo que se acuerden de mí". Apunta que acude a la cita gastronómica desde niña "porque con ella Cruces se da a conocer, es lo que mejor representa al municipio". La joven compagina su estudios de segundo de Bachillerato con su formación en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva, en Pontevedra.

En cuanto al premio periodístico, Miguel Vila Pernas merece este galardón por la difusión de la gastronomía gallega y de la fiesta cruceña. No en vano, en el último número de la publicación que dirige, la Revista de Gastronomía Atlántica Benbo, aparece un reportaje sobre la Galiña de Mos y la Galiña Piñeira. La unión entre Pernas y la gastronomía gallega conoce todos los medios de comunicación. Para él, este galardón "es una satisfacción, porque realza el trabajo que realizas en el sector". Conoce, desde hace mucho tiempo, el buen hacer de los criadores de gallo en Cruces, al igual que el de los que ceban Capón de Vilalba. "Aunque distintos, ambos son productos de alta cocina",indica, a la vez que apunta que el consumidor entiende que es normal pagar más por un gallo criado ocho meses en libertad, "y que se expone a riesgos como el ataque del zorro" que por un pollo que se ceba en una granja cerrada en un plazo de escasas semanas. "Lo que se paga no es el kilo, sino el trabajo que cuesta producirlo", asevera.