Una fuerte granizada pilló por sorpresa a muchos conductores y viandantes de la cabecera comarcal dezana. Pasadas las 16.00 horas fuertes precipitaciones tiñeron de blanco las calles lalinenses. Tal era el tamaño del granizo que mientras los caminantes se cobijaban en los soportales de los edificios, los conductores estacionaban a un lado buscando evitar el impacto de la granizada.

Calles del casco urbano como la rúa da Ponte o la Alcalde Ferreiro vieron como sus viales se cubrieron de granizo de gran tamaño. Afortunadamente en cuestión de minutos cesó esta granizada que vino acompañada de una tormenta y se retomó la actividad.