Las declaraciones de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, son bastante menos halagüeñas que las del gobierno autonómico. Silva relaciona la caída del paro en abril con las contrataciones durante la Semana Santa, contratos que son, en su mayoría, de carácter temporal. De hecho, en la provincia de Pontevedra el 92,2% del total de empleo que se está creando es temporal, lo que implica una mayor precariedad laboral y salarios más bajos.

Silva también manifiesta su preocupación por la tasa de cobertura de las personas desempleadas. Si a nivel estatal se dota de subsidios al 54.9%, resulta que en Pontevedra las prestaciones llegan tan solo al 49,1% de los desempleados. Esto evidencia que "hay muchas personas sin trabajo que no cuentan con ningún tipo de prestación", señala la presidenta provincial, a la par que urge que se resuelva esta situación lo antes posible, puesto que estas familias "pueden estar viviendo en la pobreza o encontrarse en riesgo de padecerla, si no se toman medidas".