"Si puede ser el miércoles, que no sea el jueves", apunta el concejal estradense de Medio Ambiente, Juan Constenla. El edil trasladó ayer la previsión de que en el transcurso de esta misma semana quede concluida la obra de blindaje de la traída de agua de A Estrada desde el depósito de Penerada, una nueva conducción de seguridad que se complementa con la primera fase del anillo que persigue sectorizar el abastecimiento, todo ello encaminado a prevenir los cortes generales en el suministro de agua al casco urbano.

La de ayer fue una mañana de pruebas. A partir de las 10.00 horas comenzó a evaluarse el funcionamiento de la nueva red construida desde Penerada. El también primer teniente de alcalde, Juan Constenla, aseguró que entre las 12.30 y las 12.45 se restableció el suministro. No obstante, en algunos hogares tardó en normalizarse el servicio, con zonas en de la villa en las que las brotaba del grifo poco más que un hilo de agua y otras en las que, durante las primeras horas de la tarde, la presión no era la habitual.

En este sentido, Constenla reconoció que es posible que en los próximos días los ciudadanos puedan apreciar en sus hogares una disminución de la presión. Señaló que esta situación llega motivada por la intención de evitar cortes largos en el suministro de agua. Señaló que en estos momento el agua llega a la villa por un único tubo, situación que resulta suficiente para abastecer al casco urbano aunque, por una cuestión de caudal, podría generar una menor presión.

Con el desdoble de la red desde Penerada, el agua sale por un único tubo del depósito y, al llegar a la altura del antiguo punto de almacenamiento, discurre ya por dos tuberías hacia la avenida de Vigo, de manera que al alcanzar el cruce con la N-640 la conducción se bifurca para dar servicio a distintas zonas de la villa.

Es en esta zona en la que se está trabajando actualmente, levantando para ello el firme de la N-640. En la jornada de ayer estos trabajos ocupaban uno de los carriles de este vial nacional, si bien el tráfico no se interrumpió en ningún momento, limitándose a realizar un pequeño desvío marcado con conos.

Bajo el asfalto se están ordenando las tuberías de la traída -hasta ahora bastante enmarañadas- y se colocan llaves para poder cortar el suministro por tramos. Una vez concluidos los trabajos en este carril, se cerrará y se trabajará en el carril siguiente, buscando que la obra no genere significativo impacto en la principal arteria de comunicación del casco urbano.

Las previsiones del Concello pasan por que antes del próximo fin de semana pueda quedar concluido tanto el desdoble de la red desde los depósitos como el anillo de seguridad que marcará la primera sectorización de la traída, una actuación en la que ya se continúa avanzando.