Estas edificaciones surgieron para facilitar la venta de mercancías en las ferias e incluso, se puede considerar que a raíz de ellos se crearon estos mercados al aire libre. Aparte de os pendellos expositores, también existían los que funcionaban a modo de hospedaje, tanto para comerciantes como para los animales. Muchos de los tratantes se desplazaban desde lejos y aprovechaban estos inmuebles para pasar la noche anterior a la feria. En general son edificaciones muy rústicas realizadas a base de piedra, madera y teja, de unos veinte metros y erigidas de manera muy humilde. Las construcciones a modo de alpendre se fueron agregando unas a otras, pero se distribuyeron de manera que entre ellas quedasen espacios de circulación para que la gente pudiese apreciar los productos.