El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, dio por hecho ayer, tras comparecer ante el juez, que la denuncia por un delito de calumnia interpuesta por la edil popular Eva Montoto, "se quedó en nada" y la atribuye a "un intento de linchamiento" por parte del Partido Popular. El mandatario declaró ante el titular del Juzgado Número 2 de Lalín en calidad de investigado por el caso de la fallida recogida de firmas contra una moción de los populares para la portenciación del santuario de O Corpiño. Su citación se debió a la posible comisión de un delito de calumnia contra Montoto, a quien llamó "pequeña aprendiz de Goebbels", además de haber dicho en público que existían presiones en O Corpiño para tratar de investigar quiénes eran los responsables de la campaña de signaturas.

En su declaración, el regidor dijo que el origen de la estrategia para atacar al partido de la oposición partió de las reuniones sobre la parcelaria de esta parroquia. Cuiña, que solo respondió a las preguntas de su abogado, Francisco Lago, indicó que, a raíz de la moción del PP, hubo vecinos que le transmitieron que los populares debían preocuparse más por la parcelaria que por registrar la citada iniciativa plenaria. Fue entonces, según su testimonio, cuando en una reunión con el alcalde de la parroquia de Castro, José Manuel Fernández Ledo, y el concejal de Rural, Miguel Medela, éste le sugirió la posibilidad de hacer una recogida de firmas, "igual que las que había hecho el PP con el tema de los taxistas y de las calles peatonales". Reconoció que "había toda la intención de hacer esa recogida de firmas" y achaca su paralización al malestar creado entre vecinos de O Corpiño a raíz de la publicación de la recogida junto con una fotografía de entrega de premios de un concurso en la misma parroquia. "Al final se decidió no hacer esta recogida de firmas para no molestar a los vecinos", indicó Cuiña ante el juez. También dijo que había sido Medela el que propuso utilizar a una persona ficticia -Luis Madriñán Crespo- para no meter en problemas a ningún residente en O Corpiño. Reiteró que el alcalde de Castro aceptó ser, bajo identidad falsa, el que contactase con esta Redacción para difundir la noticia de la campaña de firmas. Luego, cuando Fernández Ledo le comunicó que había recibido una llamada de la Guardia Civil, contactó con él varias veces porque estaba "preocupado por él".

En relación a sus aseveración de "presiones" contra la recogida de firmas que no llegaría a producirse, el regidor lalinense adujo que quería decir que los vecinos de O Corpiño tenían derecho a expresarse libremente y que el término "presiones" estaba enmarcado dentro de la "disputa política". En el mismo marco político sitúa la comparación que hizo de Eva Montoto -a quien reiteró su pública petición de disculpas- con el ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels.

Al salir de los juzgados, Rafael Cuiña dijo sentirse "muy satisfecho", además de indicar que Fernández Ledo no había ratificado su testimonio en el cuartel ante la Policía Judicial. "Todo esto fue un intento de linchamiento contra mi persona, algunos quisieron destruirme incluso humanamente, pero les salió mal y ahora me toca a mí decirles a los vecinos qué clase de elementos son estas personas", declaró en alusión al PP. "Hay episodios en este capítulo que corresponden a una cacería política que me voy a encargar de que se sepan". Dijo que detrás de este caso está "el rencor del PP" por perder las elecciones y que sus ataques a Montoto entran dentro de la contienda política. "Mi abogado me dice que todo quedó en nada, porque se entiende todo se debe al ámbito político. Algunos quisieron judicializar la vida política y ahora, a lo mejor, nos toca a otros hacer otro tipo de cosas", sentenció. Finalmente pidió al PP "trabajo" y señaló que en 15 días solo "enviaron notas de prensa por O Corpiño y no hicieron la mínima propuesta en favor de la calidad de vida de los vecinos".