A cinco minutos del casco urbano en coche, dotada con merendero, bancos de piedra y caminos peatonales recuperados. Así es, a grandes rasgos, el área recreativa de Mouriscade, que ayer estrenó nueva imagen coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente. El departamento de Turismo e Obras, que encabeza Francisco Vilariño, realizó en un tiempo récord -20 días- a finales de marzo las intervenciones necesarias para que esta parcela de 21.030 metros cuadrados pudiese estar disponible para el disfrute de las familias con la llegada del buen tiempo.

Bajo la propuesta Re-Descubre Mouriscade, el Concello invitó ayer a todos los lalinenses a pasar el primer domingo de junio en esta zona de ocio. Para ello, se organizaron tanto por la mañana como durante la sesión vespertina diversas actividades orientadas sobre todo a los más pequeños, como talleres, juegos tradicionales y de danzas. A media tarde Dadá o Duende deleitó a jóvenes y mayores con una sesión de cuentacuentos. El sol, que se hizo de rogar durante la mañana, sí acompañó a los presentes a lo largo de la tarde en sus paseos por la zona. Además, los que acudieron a la convocatoria tuvieron la posibilidad de organizar una comida campestre, bien llevando sus propias viandas de casa, bien echando mano del puesto de pulpo que se desplazó al lugar para la ocasión.

La parcela linda con el río Asneiro y con la Finca Mouriscade. En el entorno se encuentran el albergue y molinos con un importante valor etnográfico. Las obras que acometió el Concello costaron 3.000 euros -si se hiciesen por iniciativa privada, se dispararían a los 40.000- y consistieron en reponer el tejado del merendero así como varios bancos de piedra, colocar paneles informativos y mejorar caminos peatonales. Ahora solo queda que los usuarios hagan un uso cívico de todas las instalaciones para que perduren.