Desde que se optó por retirar la gran fuente de piedra que existía a pie del consistorio estradense hace ya 13 años, la Praza da Constitución de A Estrada ha tenido el mismo aspecto. El proyecto de reforma ejecutado en 2003 se decantó por una plaza prácticamente diáfana, con la única excepción de una jardinera oval a la que muchos no encuentran gran sentido, ya que luce sin vegetación y no tiene en estos momentos más cometido que servir de enclave para una placa. El Concello está trabajando ahora en una nueva reforma de esta plaza pública, una obra que pasa por la eliminación de la referida jardinera. En su lugar, y procurando siempre una uniformidad en el nivel de toda la plaza -quedaría completamente despejada, libre de obstáculos-, se proyecta un mapa de piedra de A Estrada en bajorrelieve.

El concejal estradense de Cultura, Juan Constenla, explicó ayer que la pretensión es eliminar cualquier elemento de la plaza, consiguiendo que este espacio público pueda emplearse para programar cualquier tipo de evento. Incidió en esta línea en el carácter singular de la plaza para la organización de actos, al disponerse de una amplia superficie al pie del consistorio.

El también primer teniente de alcalde explicó que se barajaron diferentes opciones, entre ellas un adoquinado total de esta zona. Sin embargo, apuntó que sería imposible igualar el aspecto de las losas de piedra actuales para el lugar que ahora ocupa la jardinera oval, debido al desgaste experimentado por la piedra a lo largo de 13 años.

Descartada esta posibilidad, el Concello estudia diversas alternativas, todas ellas sin elevar el nivel del enlosado actual. No obstante, la propuesta que más peso ha cobrado últimamente es la creación de un bajorrelieve cuyo diseño permita hacer "un guiño a todo el concello", de manera que las 51 parroquias de A Estrada estén representadas en esta ubicación emblemática. Fue por ello que se pensó en la creación de un mapa del municipio estradense en el que estén representadas todas las parroquias y que incorpore sus nombres.

Trece años después, la Praza da Constitución volverá a cambiar su imagen, si bien la transformación no será tan contundente como a la de 2003. En ese momento el cambio, además de comportar la retirada de una fuente que, tras 17 años de historia, se había convertido en un emblema local, supuso una reorganización del tráfico, ya que la propia fuente funcionaba a modo de rotonda.