El Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Lalín ha finalizado la instrucción del accidente mortal de Castro Cumeiro, justo un año después de que se produjese el fatal suceso que costó la vida a Noemí Touceda, de 20 años y vecina de Vilagarcía, y a Samuel Maneiro, de 21 años y de Catoira. La jueza ha rematado de recopilar toda la información sobre el incidente y la causa pasará a juicio una vez que se cumplimente el exhorto de un ofrecimiento de acciones. Este trámite permitirá a las víctimas del fatal suceso -a las familias de los dos fallecidos- personarse en la causa, si lo desean, como acusación particular.

Los hechos se produjeron a media tarde del 21 de marzo de 2015. Los dos jóvenes viajaban en el asiento del copiloto y en el de la parte posterior de un Peugeot 206, que conducía J.T.C., de 32 años y vecino de Valga. Habían acudido a Deza junto a otros amigos para ver el Rali do Cocido y, tras contemplar el tramo de Larazo, se disponían a presenciar la prueba desde otro punto. El conductor conducía por la PO-905 picado con otro vehículo, un Audi A3 que pilotaba I.L.T., de 25 años y de A Coruña. Los dos vehículos circulaban a una velocidad superior a los 50 kilómetros por hora que marcan las señales en el lugar de O Castro, en una zona donde además la carretera presenta un trazado con diversas curvas y un cambio de rasante. En un momento dado, el conductor del Peugeot pierde el control del vehículo e invade el carril contrario, chocando de frente contra un Audi A4, cuyos ocupantes resultaron heridos leves. Pero el Peugeot empezó a arder de inmediato, por lo que la chica falleció en el instante, mientras Maneiro perecía días después en un hospital de A Coruña. Incluso el propio conductor tuvo que ser también hospitalizado.

Por estos hechos, continúa imputado el conductor del Peugeot, al que se le atribuyen dos delitos de homicidio imprudente y otro contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria. Por su parte, al chófer del Audi A3, que no sufrió ningún daño, se le imputa un delito de conducción temeraria.

Éste ha sido el accidente más grave que se produjo en Castro de Cumeiro, pero no es el único. Los vecinos aseguran que la mayoría de los vehículos que transitan por esta carretera obvian la limitación de velocidad a 50 por hora. Desde la oposición los socialistas se hicieron eco de las demandas vecinales e instaron al gobierno de Jesús Otero a que se colocasen bandas rugosas en la calzada para que se respetasen las señales. Pero el alcalde señala que se trata de una carretera de titularidad autonómica y que desde la Xunta se insiste en que es suficiente con la limitación sinaléctica.