Uno tras otro. Aunque la carretera que une las localidades estradenses de Liñares y Valboa es una vía con un importante volumen de tráfico, en la mañana de ayer sorprendía la cantidad de usuarios de la infraestructura en el tramo Riobó-Oca. La sorpresa era todavía mayor teniendo en cuenta que, al menos oficialmente, este recorrido se encuentra cerrado al tránsito. Sin embargo, lo oficial distó ayer de lo real en este trayecto. Los vehículos se saltaron la prohibición de circular por el trecho afectado por la construcción del nuevo puente sobre el río Bo, obviando las señales que, situadas en vallas a un lado de vía rezaban :"Atención. Carretera cortada. Disculpen las molestias".

La administración titular de esta infraestructura, la Diputación de Pontevedra, no pudo en la mañana de ayer explicar por qué el tráfico fluía con normalidad por una infraestructura de comunicación para la que, justo el día antes, el ente provincial anunció el mantenimiento del corte circulatorio. "Hasta el día 29 la carretera sigue cortada oficialmente al tráfico", insistieron fuentes de la entidad, que incidieron en que desde la Diputación se dio el miércoles "orden expresa" de que el vial se mantuviese cerrado a la circulación.

"Es un peligro para la seguridad", indicaron también desde la Diputación, que recalcó que se ordenó a la empresa mantener cerrada la carretera y conservar la señalización que advierte a los usuarios de este corte. Recalcan que falta una capa de aglomerado y hay postes en medio de la carretera. "No hay garantías de seguridad", reconocen, toda vez que se insiste en que, en vista de todo ello, la institución provincial comunicó a la empresa que no abriese la carretera el miércoles, previsión públicamente anunciada desde el Concello de A Estrada.

Desde el a institución pontevedresa se insistió en que la carretera seguirá oficialmente cortada al tráfico hasta el próximo martes, momento en el que expira el plazo dado a la empresa para la realización de los trabajos programados en la zona del nuevo puente y data en la que culmina el mes de cierre circulatorio anunciado desde la entidad.

La postura ofrecida ayer por la Diputación concuerda con la mantenida el miércoles, jornada en la que, a través de su diputado de Mobilidad, anunció que se mantenía la restricción del tráfico en el tramo Riobó-Oca para "garantizar la seguridad". Se indicó entonces que la empresa Narom apuró los trabajos en los últimos días pero todavía debería retirar los postes de telefonía y luz, rematar la última capa de rodadura y pintar la señalización

Sin embargo, las actuaciones pendientes no fueron ayer impedimento para que los coches circulasen por con normalidad por la infraestructura, pese a la señalización disuasoria. La falta de elementos que físicamente impidiesen sobre la calzada el paso pareció alentar a los conductores a continuar la marcha, teniendo también en cuenta que muchos usuarios aguardaban que la vía quedase abierta a la circulación el propio miércoles.

Esta es la previsión que barajaba el ayuntamiento y que responde, según apuntó el alcalde, a las estimaciones ofrecidas durante sus continuos contactos con la adjudicataria de las obras. Aunque no es titular de la vía, el Concello cofinancia la mejora de este tramo junto a la propia Diputación de Pontevedra. No obstante, el alcalde aseguró el miércoles no haber sido informado, tras los anuncios realizados, de que la institución provincial tenía previsto mantener el cierre hasta el día 29.

En los cruces situados antes y después del puente podían verse ayer vallas que alertaban del corte de la carretera, si bien es cierto que estaban situadas en un extremo de la misma, sin bloquear la circulación. Así, bajando desde Riobó podía verse tras esta señal de corte, otra que advertía de la presencia de gravilla suelta y, seguidamente, una que limita la velocidad -en color amarillo indicativo de obras- a 30 kilómetros por hora, Ya sobre el nuevo puente que cruza el río otro panel recomienda precaución y recuerda "sigue usted en zona de obras".

Hasta el puente, en dirección Riobó-Oca, la carretera está asfaltada. Sin embargo, salvado el río, las zonas en las que la carretera fue ensanchada se aprecia todavía sin aglomerado, amén de un poste en plena calzada.