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El Mes do Cocido rebasa su ecuador con afluencia y buenas perspectivas

- Los restauradores aguardan seguir sirviendo el plato hasta marzo - Las tandas de clientes del domingo fueron más graduales y rápidas

El Cocido arrancó el domingo en Madrid | Los dos restaurantes colaboradores de la Feira do Cocido, desde Madrid (Combarro y Sanxexo) comenzaron también el domingo a ofrecer el plato en su carta por octavo año. Diego Domínguez, que codirige ambos locales, apuntaba ayer junto a uno de sus cocineros, Javier Fernández, que el cocido despierta un gran interés entre su clientela ya en días previos. Manolo Seixas/Lalinpress

El Mes do Cocido enfila su recta final después de vivir la jornada grande de la fiesta en pleno ecuador de la campaña. Este año, la capital dezana volvió a llenarse de vecinos y turistas que degustaron el plato estrella tanto en los restaurantes del casco urbano como en buena parte de los repartidos por el municipio. En general, el balance de los restauradores ha sido positivo. La gran mayoría refrenda que el domingo volvieron a llenar sus locales como en años anteriores aunque también matizan que acusaron ligeramente que esta edición la feria coincidiese a final de mes, una variación que, como ya han constatado, influye notablemente.

Muchos de los hosteleros coinciden además, en destacar que como diferencia en esta ocasión las tandas de clientes fueron más graduales. "Quizás no tuvimos el boom de otros años, se repartió un poco más" apuntaban desde el restaurante Casa Currás, que situado en pleno casco urbano comenzó a servir cocidos a las doce del mediodía hasta las 16.30 horas "en que entró un último grupo de gente joven". Una tendencia que también notaron otros locales más alejados del casco urbano y que suelen comenzar a despachar cocidos más tarde. Así lo atestiguan, por ejemplo, desde el restaurante La Estación, de Botos. "Vinieron un poco más escalonados, poco antes de la una de la tarde ya servimos los primeros cocidos, gente que no quiso aguardar por el desfile pero que fueron por la tarde de nuevo hasta Lalín para ver las carrozas aparcadas". Matizaban que las sobremesas fueron más cortas y sobre las cinco de la tarde habían terminado. Un ritmo más ágil que les beneficia y que tampoco se debió a una menor afluencia ya que a diferencia del año pasado despacharon diez cocido menos, en su mayoría para familias. Este avance gradual también se notó en los bares y cantinas que comenzaron a recibir clientes más temprano que otros años para degustar un aperitivo. Uno de estos casos fue el de la sidrería Asturiano que iniciaron antes "la hora de los vinos" previos al almuerzo. "Muchos venían preguntando donde estaban el resto de puestos, después de visitar la carpa" el cambio de concepto de la feria también sorprendía e incluso condicionaba a algunos de los visitantes a adelantar su almuerzo o a prescindir del desfile como apuntaban algunos hosteleros.

Aunque el fuerte de clientes volvió a concentrarse al remate de los actos. Los restaurante más alejados comenzaron a despachar pasadas ya las dos o las tres de la tarde, como apuntaban desde A Taberna do Cazador, en Catasós, los restaurante Casa Suso y O Mordisco, ambos situados en Carragoso, o el Catro Camiños, en Cercio, así como Casa Pablo, en A Goleta. Todos volvieron a llenar sus salones para servir el plato estrella. "Aún perdimos de atender a varios autobuses," explicaban desde Casa Pablo, que con capacidad para medio centenar de comensales, es el que mayor aforo ofrece de los locales incluidos dentro de la treintena adscritos a la red del Cocido.

Con reserva previa

La mayor parte de los comensales que ayer degustaron el cocido en Lalín llegaban ya con su reserva de antemano, pero algunos esperaban al último momento para formalizarla. "Las últimas las sellamos durante la mañana antes de que comenzaran los actos" explicaban desde el Hotel Restaurante Pontiñas que también colgó el cartel de completo al mediodía. El caso contrario lo representó, por ejemplo un colectivo gastronómico llegado de Lugo que degustó, por primera vez, el plato en Lalín, en el Restaurante Taboda, y que ya había reservado el año pasado pocos días después de que se celebrase la Feira, tras la recomendación de un conocido.

Pero más allá del día grande, al cocido aún le queda por delante al menos hasta San Valentín, fecha en que culmina el Mes do Cocido. Si bien, desde la hostelería local aguardan que la campaña se prolongue hasta el mes de marzo. Destacan que el hecho de que el Cocido se haya celebrado ya en enero invita a prolongarla puesto que por el momento no se han despachado muchos. Este año pudo además influir que el frío tampoco haya hecho espacialmente acto de presencia en la comarca cuando éste es un fiel aliado de dicho manjar culinario.

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