Como cada año, desde hace ya 17, la Desorde dos Larpeiros do Cocido reunió ayer a sus miembros para degustar el plato más representativo de la gastronomía dezana. Aunque la mayor parte de este grupo de amigos son de Lalín, también hubo en estas casi dos décadas invitados de numerosos puntos de la geografía gallega. Este año cumplieron con el ritual de ser bautizados ante la estatua del cerdo de la calle Colón el santiagués Nacho Parajuá, Roi Martínez (Sanxenxo), César Carracedo (Camelle) y el lalinense Nardo Seijas Varela.

Tras una ruta de vinos por algunos bares del casco urbano el grupo se reunió para hacer la foto de familia y pasadas las tres de la tarde comenzó la comida en el restaurante La Molinera. A la celebración acudió Rafael Cuiña -uno de los siete fundadores de los Larpeiros- por primera vez como alcalde y Nicolás González Casares como concejal.