Después de casi medio siglo de vida la Feira do Cocido mantiene, con el nuevo gobierno, el modelo de los últimos años, aunque con algunas modificaciones. Lo relevante para la capital dezana es que esta ya algo más que una fiesta gastronómica continúe ejerciendo de embajador del municipio y sostén de la economía de centenares de familias que trabajan en sectores relacionados con la misma. El nuevo ejecutivo sí ha introducido cambios, pero no ha tocado la parte quizá que más costó asentar: proyección y retorno económico. Como se preveía en el pacto de gobierno, la Encomenda se cambia por los premios "Aldea Singular" y la comida oficial gratuita por una de pago en la que Cuiña dijo que solo será invitado el pregonero, el periodista pontevedrés Manuel Jabois. "Espero que venga el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pero aquí pagaremos todos nuestro plato. Se acabaron las comidas a cuenta del erario público".

Cuiña tuvo palabras de afecto y agradecimiento para los patrocinadores de la fiesta, ensalzó la categoría de los restauradores del municipio "que van a llegar al estrellato y tuvo palabras de afecto para los tres miembros que se conservan vivos de la Peña do Porco. "Este pueblo tiene mucho que agradeceros", dijo. La impronta de este ejecutivo también afecta a la programación infantil, con iniciativas más culturales al margen de las lúdicas, y habrá un tren turístico que recorrerá el núcleo urbano. El cartel, autoría del fallecido Francisco López, y salido de un taller creativo de pintura en la residencia de Nosa Señora das Dores hace casi diez años, es otra propuesta novedosa.