El negocio inmobiliario sobrevive gracias al mercado de segunda mano, pues 71 de las 91 transacciones firmadas se referían a viviendas usadas: 28 de 36 en el primer trimestre y 43 de 55 en el segundo. Con el sector de la construcción casi paralizado todavía, al menos en lo que a bloques de pisos se refiere y, a pesar del stock de vivienda nueva que continúa sin venderse, los compradores prefieren acudir a la segunda mano. En Silleda, por ejemplo, 12 de las 14 operaciones se hicieron sobre viviendas usadas, igual que las cuatro de Agolada, las tres de Rodeiro y Forcarei o las dos de Cerdedo. En A Estrada supusieron algo más del 82% de las ventas y en Lalín, el 62%.