El primer número de Persuasión, la publicación de Focucu que el domingo fue presentada en Donramiro, se abre con el intercambio de correos electrónicos entre el polifacético Celso Fernández Sanmartín y el historiador del Arte Ángel Calvo Ulloa. En él, el miembro del colectivo dezano le pide a Calvo Ulloa su colaboración para "explicar" la obra fotográfica aportada por los jóvenes artistas locales Amalio Framiñán Lamazares y Rosa Hernández Facal. La revista que "sensación de los jóvenes, que le regalan o espían sus padres y madres", según la definición del propio Focucu, recoge la opinión del prestigioso comisario sobre lo que él mismo define como "la necedad" en el arte contemporáneo y sus disciplinas.

La aportación de Ángel Calvo Ulloa a la publicación de Focucu incluye reflexiones como, entre otras, que "la fotografía en pequeñas cantidades puede confundir al espectador" o que "el pintor, el escultor, el actor, el fotógrafo, el poeta... siguen siendo unos individuos de los que parece que cualquiera puede decir algo". En este sentido, Calvo Ulloa añade que "alguien contaba una vez que en Lalín el hecho de pasear por la calle con un libro en la mano, o sentarse en un café a leer, seguía siendo una acción revolucionaria". El historiador indica, además, que "a lo que quizás me podría comprometer es a escribir sobre la necesidad del arte, o de la exigencia del arte de un interés activo por parte del espectador".

La publicación de Focucu se completa con una serie de fotografías realizadas por los artistas emergentes locales Amalio Framiñán y Rosa Hernández. Framiñán (Donramiro, 1993) ofrece media docena de obras en las que mezclan el paisaje urbanístico y los retratos. El creador dezano reconoce que la fotografía "es una especie de hobby para mi, en la que estoy muy influenciado por el mundo de la moda". Framiñán también subraya el carácter onírico de algunas de sus piezas debido a su gusto por todo lo relacionado con los sueños.

Por su parte, Rosa Hernández (Santiago, 1986) aporta al primer Persuasión una serie de media docena de fotografías realizadas en lugares como Berlín, París, A Coruña o la parroquia lalinense de Botos. "Todo lo que tiene que ver con la arquitectura me apasiona", reconoce la joven creadora lalinense para justificar una producción que toma como punto de partida elementos arquitectónicos de los sitios en los que Hernández disparó su cámara. La fotógrafa no duda en calificar como "genial" la iniciativa promovida desde Focucu con su pionera publicación de marcado carácter artístico porque "es una forma de reconocer más el talento" que existe en la zona de influencia del colectivo lalinense.