Algunos recuerdan haberla visto cuando eran solo unos niños, cuando todavía no tenían fuerza para ayudar a portar las imágenes de los santos pero sí disfrutaban de la aventura de caminar monte arriba en un día de fiesta. Ha tenido que pasar más de medio siglo para que la parroquia estradense de Codeseda volviese atrás en el tiempo, rescatando del pasado una tradición que ayer volvió al presente con la firme decisión de preservarse para el futuro.

Cualquier previsión de afluencia se vio desbordada. Vecinos y foráneos respondieron de forma masiva a la recuperación de la tradicional procesión de A Grela -en honor a la Virgen de Guadalue-, que unos vivieron con el sentimiento propio del reencuentro y otros con la ilusión de recuperar y descubrir un ritual que hasta ahora solo conocían de oídas o a través de las fotografías más antiguas del álbum familiar.

Minutos antes de las 18.00 horas las imágenes de Santiago Apóstol, San Roque y el patrón de Codeseda, San Jorge, salieron de la iglesia parroquial. La comisión organizadora no contaba con que tanta gente secundase la convocatoria,de ahí que programase que los santos subiesen hasta A Grela a bordo de un vehículo. Buena parte de los asistentes se animaron a completar a pie los tres kilómetros que unen el templo situado en A Sagrada con la Cruz de A Grela. Hasta este mismo punto se encaminó la comitiva que, desde el santuario de A Grela y por hermosos parajes forestales, portó la imagen de la Virgen de Guadalupe.

En el momento del encuentro, los santos realizaron la tradicional reverencia ante la imagen de la Virgen, mientras el himno gallego puso la banda sonora a un momento cargado de simbolismo y emotividad. Después de las palabras del sacerdote explicando a los presentes el significado de todo lo vivido durante la procesión, llegó el momento de las poesías en honor a la Virgen, la antesala a que una integrante de la comisión y el presidente de la Asociación Sociocultural para o Desenvolvemento de Rianxo A Moreniña depositasen un ramo de flores a los pies de la Cruz de A Grela.

Los santos subidos desde la iglesia parroquial permanecerán en la ermita de A Grela hasta el próximo sábado. Antes de regresar con ellos al templo parroquial, los vecinos de A Grela tienen pendiente participar en una procesión marítima que Rianxo ofrecerá a la Virgen de Guadalupe. Y es que la vinculación de esta Virgen con el mundo marinero es muy estrecha. No en vano en este santuario levantado en su honor en esta localidad de A Estrada todavía se conservan barcos que, en forma de ofrenda, depositaron marineros que llegaban hasta A Grela guiados por su devoción a la Virgen de Guadalupe que se venera en su interior.

El camino a la emigración y el creciente trabajo que el campo deparaba para quienes se quedaron en el hogar al cuidado de los hijos se alió hace décadas a la desidia para que esta tradicional procesión por los montes de A Grela fuese cayendo en el olvido. De él la rescató uno grupo entusiasta de vecinos, con el apoyo brindado por el párroco Rubén Diéguez. Juntos han conseguido recuperar para las generaciones presentes y futuras un legado que ya dejará de se solo un recuerdo.