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José Mouriño: "Mi mujer convive con el dolor; ahora se da cuenta de lo que pasó"

El matrimonio sigue a la espera de conocer si el Tribunal Supremo admite su recurso de casación, medio año después del fallo que los condena a 58 años de cárcel a cada uno

José Mouriño y Carmen Reboredo, durante el juicio en la Audiencia Provincial. // Rafa Vázquez

Acaban de cumplirse seis meses de la sentencia de la Audiencia Provincial en la que se condena al empresario lalinense José Mouriño y a su esposa, Carmen Reboredo, a 58 años de prisión cada uno por el asesinato de su hija Sonia, la muerte de un exempleado a raíz del fuego que asoló la vivienda familiar y dos tentativas de asesinato contra la madre y el hermano de Reboredo, que fallecieron en 2012 y 2013 en una residencia de Lugo. Los hechos ocurrieron el 29 de octubre de 2010 y medio año después de la sentencia, el matrimonio y sus respectivos abogados continúan a la espera de que el Tribunal Supremo les comunique si admite a trámite el recurso de casación.

Las defensas del matrimonio, Xosé Manuel Lago y Eduardo Porta -ahora es Calixto Escariz quien se encarga de la defensa de Reboredo- remitieron este recurso extraordinario el pasado mes de marzo, ante la sala segunda del tribunal de alta instancia. Lago apunta que es más que probable que la respuesta del Supremo se conozca después del verano, toda vez que "en casos como el de Isabel Pantoja ha tardado un año en conocerse el fallo tras la remisión de los recursos de casación", que tanto la tonadillera como la Fiscalía habían presentado el verano pasado.

Hasta que el Supremo ratifique o revoque la sentencia de la Audiencia Provincial, la pareja de Barcia continúa en libertad, con la obligación de personarse dos veces al día en el cuartel de la Guardia Civil de Lalín. José Mouriño sigue adelante con diversos proyectos empresariales vinculados a corredurías de seguros e internet, entre otros campos. Su esposa "está cada vez peor de salud, convive con el dolor, porque ahora se da cuenta de lo que pasó, gracias al tratamiento". Reboredo, además, padece cuatro hernias discales y tiene que someterse a una operación de cadera. Su marido tiene claro que "soy yo el que tiene que tirar del carro, pero ninguno de los dos va a superar esto nunca. Mi mujer lo que necesita es curarse, dentro de lo posible".

Los abogados de Mouriño y Reboredo recurren ante el Supremo para que revise el fallo judicial que se conoció el pasado 20 de diciembre. Un recurso de casación permite saber si una sentencia judicial se basa en una interpretación errónea de la ley o si todo el proceso se ha ajustado o no a ésta. En el caso del conocido como crimen de Barcia, los diferentes abogados que tuvo el matrimonio hicieron hincapié en la indefensión de sus clientes en cuestiones como la resolución mediante un juez en lugar de con un tribunal popular, o en un error de la jueza de Lalín al dictar un auto en el que cabía un recurso de apelación, en lugar del recurso de queja que indicaba la magistrada.

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