Una tala de árboles sobre la carretera N-525 obligó a cerrar un tramo de la misma a la altura del polígono de Silleda y a desviar su tráfico por el parque empresarial. La actuación, promovida por la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda, se prolongó durante toda la mañana e incluyó la tala de varios pinos y robles. El tráfico por la N-525 se restableció a primera hora de la tarde.

La iniciativa partió del colectivo cinegético, que tiene allí su criadero de conejos y un depósito de perdices con su zona de vuelo para las sueltas en el coto intensivo. "Había varios carballos y pinos que ensombrecían las instalaciones desde hace años", explica el presidente de la sociedad, Jesús Pérez Caramés, que aclara que la tala fue realizada con todos los permisos legales del Concello, la Xunta y el Ministerio de Fomento, con quien llegaron incluso a un acuerdo para talar también árboles situados en el ámbito de expropiación de la carretera e inclinados sobre la misma. Los trabajos fueron encargados a Maderas Asorey, de Cira. La sociedad mantendrá un roble en su propiedad.

Además, la N-525 registra estos días retenciones por el repintado de pasos de peatones -con diez metros de línea amarilla a cada lado- en sus tramos urbanos y travesías y por el lavado del puente de Taboada.