| La aldea de Lamas, en Noceda, celebró ayer su fiesta religiosa de A Pascuilla con un encanto añadido: durante la procesión se descubrió el monolito con la placa en la que se agradece a uno de los vecinos, Manuel -fallecido en febrero- su dedicación en los últimos 15 años en la recuperación de la romería campestre. Una vecina leyó un breve texto en el que se destaca su labor "a favor de una fiesta de la que oíamos hablar a nuestros abuelos y bisabuelos".