El Concello de Lalín pone a disposición de los colectivos sociales que así lo soliciten las antiguas viviendas de profesores del colegio Xesús Golmar. La cesión del uso de los inmuebles se había solicitado a la Consellería de Educación para dar respuesta al proyecto de pisos tutelados promovido por el colectivo Aspadeza. Así lo confirma el concejal de Urbanismo y portavoz del grupo de gobierno local, Román Rodríguez, que recuerda que ese era el uso preferente y por ello se pidió a la Xunta la cesión de las viviendas en desuso. Una vez que Aspadeza valoró el estado de las construcciones y la necesidad de realizar importantes obras para su proyecto, descartó este ofrecimiento y promovió la compra de un bajo en la Avenida de Cruces, en Carragoso, para habilitar sus pisos tutelados.

Ahora el Concello se topa con esta docena de viviendas sin contenido y de ahí que decida ofrecerlas a las asociaciones del municipio como sede. Las dependencias que más se ajustarían a estas necesidades son las plantas bajas de las mismas, que podrán solicitarse ahora. Por tanto, quedaría descartado el proyecto municipal consistente en el aprovechamiento de estas edificaciones como espacio para la organización de actividades, tal y como anunció el grupo de gobierno hace diez meses.

Incógnita de Cogami

Una vez concretadas las opciones para la rehabilitación de las viviendas del Golmar, había otro proyecto para recuperar algunos de los viejos inmuebles de profesores del colegio Manuel Rivero, en la calle del mismo nombre. Desde el Concello desconocen en qué estado está la propuesta de la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami), que pretendía habilitar allí cuatro pisos para discapacitados. La entidad presidida por Anxo Queiruga -promotora del proyecto- tampoco ha sabido aclarar qué ha pasado con su propuesta, dada a conocer hace ahora tres años.