Impasibles ante el paso del tiempo y sin la servidumbre que pilas y baterías imponen a sus sucesores, al menos 40 relojes de sol siguen dispuestos en A Estrada a marcar las horas cada día gracias a la luz solar. Radicados en iglesias, pazos, casas solariegas, hórreos y viviendas del extenso rural estradense, están siendo inventariados por el investigador local Luis Ferro.

Experto genealogista delegado de la Asociación de Genealogía Heráldica y Nobiliaria de Galicia para la provincia de Pontevedra, le puso sobre la pista la investigación sobre todos los pazos y casas solariegas estradenses que desarrolla desde hace años con el catedrático José Manuel Bértolo Ballesteros. Hace algo más de un año, había contabilizado ya 23 relojes solares y trataba de confirmar la existencia de 4. Hoy, ya ha contabilizado 17 más. El que fuera jefe del Grupo Cinológico de la Benemérita de A Coruña hasta 2009 y hoy es guardia civil en la reserva activa trata de inventariarlos todos.

Todos los que ha localizado hasta ahora son relojes solares verticales. Presentan un plano perpendicular al meridiano y, para que funcionen, miran al sur. Cuadrados o redondos en su interior, tienen un estilete denominado gnomon para marcar la hora, proyectando una sombra sobre la superficie plana del reloj.

Según los datos del inventario de Ferro, en Aguións hay dos: uno en la iglesia y otro en el Pazo do Preguecido. En Arca, luce otro en una casa de Amarelle. Santa Mariña de Barcala atesora uno, de forma cúbica de 3 caras en Casa Magán.Berres suma uno en un hórreo de Celeiróns y otro, muy original, escoltado por indianos, en la casa de Albino Ferro, en Mato. Ya en Castro, la casa del ilustre y añorado Manuel Reimóndez Portela -conocido como"médico dos pobres" por su humanidad- muestra otro sobre un pedestal. En Cereixo, existen uno de 1995 en la fuente de un jardín de Igrexa y otro en Pernaviva, muy desgastado ya.

Codeseda destaca al presentar 6. La llamada Casa de Castro -antigua casa de grandes señores- del lugar de As Quintas tiene el más antiguo de todos, datado entre 1600 y 1700. Marca la hora por 3 lados. También en As Quintas, el hórreo de los evangelistas muestra otro coronado por un pájaro de color verde. Mientras, Fontenlo suma uno en el hórreo de Florián y otro reciente que hizo el escultor Vilaverde para las hermanas Manuela y Maruja Castro.En Marcenlos, hay uno muy original labrado sobre un rombo en un hórreo y otro en una casa.

En Guimarei hay otro en un hórreo de Caradavella y en Lagartóns, uno en un hórreo de Batalla. Ya en Liripio, en Cabanelas, hay uno empotrado en una pared del pajar. También las iglesias de Loimil y Matalobos tienen sendos relojes de sol y en Moreira hay otro en una hórrea de A Pica. Ya en Oca, uno de mármol blanco adosado a la chimenea de una casa resultó dañado por un temporal y está en proceso de restauración. También el pazo de Oca tiene uno sobre el tejado del garaje. Y en la iglesia de Paradela está radicado el mayor de todos los relojes solares del municipio. De formato cúbico de tres caras, está fechado en 1776, al igual que el temploy su estado de conservación es excelente.

Ya en Ribeira, en el lugar de Piñeiro, la llamada Casa da Condesa cuenta con un reloj de sol de nueva construcción que su propietaria encargó en 2008 para sustituir al original de la vivienda tras haberle sido sustraído. También la luz solar marca el paso del tiempo en Rubín: en Amarelle puede apreciarse uno bien conservado construido en 1830 por Carlos Canabal, en Balseiros existe otro restaurado cuyos números y ángulos es imposible adivinar por su mal estado de conservación, en O Bede un tercer reloj solar rectangular bien conservado engalana la Casa do Crego y entre O Sol y el campo de la fiesta puede apreciarse otro, magnífico.

También Sabucedo dispone de este tipo de dispositivos. no de los más simbólicos del municipio, está en la Casa Sanmartín, actualmente en ruinas, y no puede apreciarse porque las zarzas lo cubren por completo. Otro, en su día instalado en el garaje de Cabada, tras el reparto de herencia se trasladó a la casa de su actual propietario, Lino Cabada Castro, que proyecta adjudicarle un nuevo espacio para que vuelva a marcar las horas.

Ya en Santeles, la iglesia parroquia alberga un reloj de sol de esmerado trazado y muy buena conservación pese a que musgo y líquenes ocultan su fecha de fabricación. Y en la parroquia de Souto, en el lugar de Souto de Abaixo, en un hórreo reposan los restos de un viejo reloj de sol, mal conservado. Por el contrario, el reloj de forma cuadrangular radicado en la iglesia parroquial de Santo André de Vea -y propiedad del Arzobispado de Santiago- está muy bien conservado. En la misma parroquia y a poca distancia, en el lugar de Cardelle, una casa en restauración tiene un reloj vertical meridiano, de formato cúbico y grandes dimensiones que su propietario retiró del tejado a causa de las obras de restauración. En la misma parroquia, en el lugar de Vera, un ejemplar rectangular recubierto de líquenes y al que le falta parte del gnomon descansa sobre la base del pináculo de un hórreo aguardando a ser restaurado.

En San Xurxo de Vea, por encima de la muralla que protege la casa rectoral puede divisarse un hórreo sobre cuyo pináculo campea un bien labrado y conservado reloj de sol de forma cúbica, que lleva una cruz grabada en la piedra.

Finalmente, Vinseiro dispone de dos relojes de sol, uno en el lugar de O Moucho (circular y emplazado sobre el hórreo pero orientado al norte) y otrobien labrado en Vis de Correa. Su dueño, Rafael Agra, aun no tiene instalado pero se lo enseñó a Luis Ferro, que sigue pateándose el rural de A Estrada para documentar elementos singulares cuya existencia, de otro modo, continuaría pasando desapercibida.