El jurado popular que deberá determinar si Serafín Pardiñas Pérez es el autor del incendio que el 4 de agosto de 2006 (en plena oleada de fuegos forestales en Galicia) arrasó entre 8.000 y 14.000 hectáreas de monte en los municipios de Cerdedo, Campo Lameiro, Cotobade y Pontevedra y que acabó con la vida de dos mujeres que circulaban por la N-541, se quedó sin escuchar ayer la versión de los hechos de boca del principal acusado, quien se acogió a su derecho a no declarar.

Momentos antes, el abogado de la defensa solicitó al tribunal que dicte una sentencia absolutoria al entender que "no hay una sola prueba concluyente" que permita atribuir la autoría de este grave incendio forestal a su cliente. En frente se posicionan las tres acusaciones que señalan a este vecino de Cerdedo de 57 años como la persona que prendió fuego al monte en el lugar de Serrapio y provocó una tragedia personal con la muerte de dos vecinas de Vigo, Celia Golmar y su hija Marisa Castro, de 75 y 40 años de edad. Ambas circulaban en un Renault Megane cuando se vieron sorprendidas por el fuego en la N-541 a su paso por Dorna, en Cotobade.

Una de estas acusaciones es la que ejercen las hijas de estas dos mujeres fallecidas. Su letrado solicita al tribunal que imponga al acusado una pena de 25 años de prisión (15 años por el delito de incendio con grave riesgo para la vida de las personas y cinco más por cada uno de los dos supuestos homicidios imprudentes que le imputa). Además, reclama una indemnización de 350.000 euros por las dos víctimas mortales. La Fiscalía y la Xunta rebajan esta petición de condena a 5 años de prisión por el delito de incendio agravado con dos de delitos de homicidio imprudente. Reclaman una indemnización para las familias de las víctimas de 90.000 euros y otra de 263.160 euros para la Xunta por los gastos de extinción del fuego.

Con la negativa del acusado a declarar, los ocho integrantes del jurado popular tan sólo escucharon ayer los alegatos de las partes y el testimonio de cuatro testigos, vecinos del acusado en Cerdedo, cuyas declaraciones sirvieron solo para trazar un perfil de Serafín Pardiñas, ya que ninguno de ellos lo vio el día en el que se inició el incendio.

Las acusaciones se centraron en poner de manifiesto los "rumores" que hablaban de una supuesta tendencia de Serafín Pardiñas a "limpiar" los montes y las fincas plantándoles fuego. Los testigos ratificaron la existencia de estos rumores: "Cuando se veía arder una cuneta se decía que venía por ahí Pardiñas", pero añadieron que el acusado nunca se lo dijo personalmente. La mayoría tampoco le vio plantar nunca fuego: "La gente comenta muchas cosas pero yo no puedo decir si es verdad", dijo un testigo. Todos se mostraron bastante escépticos sobre el hecho de que Pardiñas fuera el autor del grave incendio. Y es que los cuatro coinciden en que el fuego se originó en un punto que no era frecuentado por el acusado, lejos de su vivienda y en sentido opuesto a la ruta que habitualmente hacía Serafín Pardiñas.

Una testigo que declara hoy dijo haber visto al imputado en la zona del incendio

El juicio contra Serafín Pardiñas Pérez continuará hoy en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial. Hoy está previsto que declaren algunos de los testigos en los que basan sus tesis las acusaciones como es el caso de una persona que, al menos en fase de instrucción, dijo haber visto al acusado en las proximidades del lugar en el que se originó el fuego. La defensa de Pardiñas, por su parte, quiso restar credibilidad a este testimonio y previno al jurado de que se trata de una hermana de un vecino de Cerdedo a quien, en primer momento, se le atribuyó la autoría de este incendio siendo denunciado por el propio Serafín Pardiñas. Otro de los argumentos que utilizan las acusaciones es el propio testimonio prestado en fase de instrucción por el acusado, quien reconoció que ese día había prendido un fuego en unos matorrales.

El abogado de la defensa puso en duda que un solo hombre únicamente provisto con un mechero pudiera causar un incendio de estas dimensiones, pero el fiscal recordó las extraordinarias condiciones climatológicas reinantes esos días con una sequedad extrema y fuerte viento.

La acusación particular habla de una posible negligencia de la administración a la hora de cortar la carretera N-541

La acusación particular, que ejercen las hijas de las dos fallecidas, intentó desde la fase de instrucción introducir en el proceso las declaraciones de diversos altos cargos de la Consellería de Medio Rural y responsables del dispositivo de extinción al considerar que podría haber una "negligencia por parte de la administración" que podría conllevar incluso "responsabilidad penal" en la extinción del fuego. Sobre todo entiende que pudo no existir la "debida diligencia" a la hora de cerrar la carretera por la que circulaban las dos víctimas mortales ya que el aviso de incendio se dio a las 14.30 y "el vial no se cortó hasta las 18:30 horas y porque hay dos agentes de paisano fuera de servicio que deciden hacerlo".

Ayer intentó de nuevo que se citase a declarar a estos altos cargos de la administración, algo a lo que se opuso la magistrada que preside el Tribunal. Entiende que la Audiencia ya rechazó esta solicitud y recordó que "no puede perderse de vista que, con independencia de la actuación de la administración a la hora de extinguir el incendio", que lo que se juzga es si el acusado fue quien prendió el fuego.