Desde el año 2000, la Fraga de Catasós pertenece a la Xunta de Galicia, que la adquirió a los descendientes de la familia Quiroga. Dos años después, la declararía Monumento Natural. Por este motivo, desde 2007 la administración autonómica deja en manos de Hifas da Terra los trabajos de renovación de esta masa natural, "que en lugar de chamarse fraga debería ser coñecida por souto ou carballeira de Catasós", explica el biólogo de dicha empresa, Esteban Sinde. Y es que una fraga es un bosque natural donde, además de castaños y robles, aparecen otras especies como cerezos, mientras que en Catasós todas las especies han sido plantadas en línea y a unos 7 metros de distancia entre cada ejemplar, "porque interesaba que crecesen ben para ter boa madeira, e non para dar castañas". Se trata, a ojos del experto, de un fenómeno realmente curioso a nivel gallego.

De hecho, este producto casi ni se destila por Catasós, ya que en algunos casos las copas alcanzan los 35 metros, y a esa altura resulta imposible producir el delicioso manjar. "Algunhas hai, pero son de mala calidade", aclara Sinde. La mejora de la calidad es, por otra parte, el objetivo de estas intervenciones, que en mayo eliminaron los brotes de las especies a lo largo de los troncos, improductivos y que restan savia al árbol. Además, se eliminaron patógenos como la artilaria y la tinta que, por otra parte, "adoitan ser habituais en masas arbóreas que teñen que morrer". Y es que los años no perdonan a Catasós, cuyas especies más veteranas rondan ya los 250 años.

Tras el control de los patógenos, en septiembre y durante seis días se realizó una microrrización, que consiste en incluir determinados hongos en la base de los árboles para mejorar su estado sanitario. Pero el programa de trabajo también incluía una clara intervención en las mencionadas copas de los árboles, que en muchos casos presentaban ramas muertas que suponen un considerable peso para el ejemplar y que, además, aceleran su muerte. Sinde es muy tajante en este aspecto, puesto que "noutras zonas como O Courel este tipo de árbores duran máis porque se lles corta a copa e así a planta sufre un proceso de renovación ao non ter que alimentala, polo que brotan novas pólas". En el caso de la Fraga de Catasós, lo que se hizo fue un "terciado de copa", consistente en cortar todas las ramas dejando, aproximadamente, un tercio de su longitud, para con ello potenciar la regeneración de savia y, con ello, la prolongación de la vida de la flora en este peculiar rincón natural del municipio lalinense.

Hifas da Terra intervino, en esta última sesión, en el 35% de la masa arbórea de la Fraga de Catasós, y apunta que, en lo que concierne al municipio dezano, está en estudio la inclusión de algunas de sus especies en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras. Cabe recordar que la Sobreira de Siador (Silleda), de casi 500 años, es un candidato a figurar en este volumen.