Manzanas. Las hay verdes, rojizas e incluso marrones. Las hay más agrias y más dulces. Dan un toque distintivo a tartas y compotas. La historia les colocó el título de fruto prohibido en la época de Adán y Eva y muchos años más tarde la empresa Apple las convertiría en icono recocido en el mundo entero con sus famosos Macintosh. Hasta la ciencia les reservó un hueco cuando, según cuenta la leyenda urbana, el gran Isaac Newton descubrió la Ley de la Gravedad gracias a encontrarse bajo un manzano en el momento indicado. Actualmente en A Estrada, la manzana tiene también un lugar especial. Y es que ya son alrededor de unos 40 los productores de la zona que se dedican a la producción ecológica de este fruto, cuya recogida se inició ayer en el entorno de la parroquia de Cora y que en próximos días se comenzará también en las inmediaciones de la localidad de Agar.

Esta variedad de manzana adquiere cada vez una mayor relevancia en las proximidades. De estos 40 recolectores, unos 30 están integrados en la cooperativa Ullama, dedicada en especial a la producción de sidra ecológica. De este modo, se prevé que desde la pasada jornada y aproximadamente hasta el día 20 –momento pensado para el cierre de la campaña de recogida– desde los campos de la zona viajen hasta 1 millón de kilogramos de este preciado fruto, según apuntó en la mañana de ayer el representante comarcal del sindicato Unións Agrarias (UU AA), Miguel Soto.

Explicaba Soto que "a froita está madura" y que este año la producción será mucha y muy buena. Podrán recogerse más kilos de los recolectados en pasados años, y es que los manzanos, como todos los frutales, un año sí pero para el otro no. Es decir, que estos productores permiten grandes cosechas un año pero precisan un descanso en la temporada siguiente, momento en que la cantidad de fruto disminuye considerablemente. En esta ocasión, calidad y cantidad se dan una vez más la mano.

La importancia de la manzana ecológica en el entorno estradense se percibe también en la cantidad de hectáreas dedicadas ya a esta producción. El terreno destinado a plantaciones para la cooperativa antes citada alcanza ya las 30 hectáreas, superficie a la que se suman las fincas de aquellos agricultores que centran su día a día en el cultivo del "fruto prohibido" pero que no envían su cosecha a esta sociedad. En total, son casi medio centenar las hectáreas existentes en esta zona enfocadas a la recolección de este vegetal.

Por lo que se refiere al precio de venta estimado, señaló el representante de UU AA que se calcula que cada uno de los productores recibirá en torno a los 0,24 euros por kilogramo recogido.

Aspecto más que apetitoso, cualidades por todos destacadas, sabor intenso y producción natural en la que conservantes y otros aditivos están de más. Estas manzanas estradenses semejan tener todos los requisitos para convertirse en el mejor aliado a la hora de, como popularmente se dice, "matar el gusanillo" en cualquier momento del día. Y es que, son frutos para dejarse caer en la tentación...