La tercera edición del foro de diálogo intercultural organizado por la concejalía de Emigración de Lalín finalizó ayer con la idea de apostar de manera decidida por la convivencia armónica entre los pueblos. El seminario municipal congregó a medio centenar de inmigrantes residentes en la comarca y españoles que compartieron las actividades programadas para niños y adultos en la Casa da Xuventude. A partir de las 16 horas, el recinto municipal albergó un completo programa orientado al fomento de la integración entre las diferentes culturas.

La lectura de la declaración institucional aprobada por la comisión de gobierno del Concello de Lalín con motivo del Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia dio el pistoletazo de salida a la jornada que fue inaugurada por la concejala de Emigración de Lalín, Paz Pérez. Acto seguido, los psicólogos Rocío Rodríguez y José Freire, pertenecientes a la oenegé Ecos do Sur dirigieron una sesión compuesta por una charla-coloquio y la proyección de dos cortos con temática intercultural. Rodríguez y Freire hablaron de la nueva sociedad que se avecina, compuesta por personas “de aquí y de allá”, y ofrecieron las pautas para la cohabitación sin estridencias entre las distintas nacionalidades. Además, los miembros de Ecos do Sur desmenuzaron el fenómeno migratorio haciendo hincapié en que, a pesar de los malos momentos, es posible tener éxito.

Puesta en común

Los asistentes al foro, después de que los dos psicólogos expusieran algunas de las situaciones cotidianas con las que se encuentra un inmigrante en el país de destino, aprovecharon para realizar una puesta en común colectiva en la que se abordaron aspectos como las dificultades que surgen entre los miembros de la comunidad de vecinos, de los niños en el colegio o a la hora de acudir al médico.

Por otra parte, los pequeños que acompañaron a sus padres al foro intercultural lalinense ocuparon una de las salas de la Casa da Xuventude de Lalín para asistir a una sesión lúdica con juegos procedentes de los cinco continentes y un taller intercultural a cargo de la empresa Eduvía. Los pequeños de entre 4 y 14 años se reunieron con sus progenitores para poder compartir la feria gastronómica.

Más de una veintena de recetas procedentes de 13 países

La actividad más concurrida del foro lalinense fue sin duda la feria gastronómica intercultural que tuvo lugar después de las 19 horas. La primera planta de la Casa da Xuventude se llenó ayer de platos procedentes de diversas partes del mundo que fueron degustados por los presentes. Sobre la mesa, más de veinte recetas procedentes de 13 países que dieron un toque de color a la jornada con las siguientes denominaciones: Torrijas de huevo y vino (Galicia), pimientos rellenos con queso (Turquía), albóndigas con mayonesa (Rumanía), leche de pájaro (Rumanía), empanada criolla (Argentina), mono de guandules (República Dominicana), pollo al piquí (Brasil), cuscús (Argelia), nubes flotantes (Brasil), mollo cremoso de fugá (Brasil), quesadillas con guacamole (México), alfajores rellenos con dulce de leche (Uruguay), Balandelia o paloma (Lituania), pata de cerdo con salsa negra (China), tarta de cambú (Venezuela), tequeños (Venezuela), brazo de gitano salado (Argentina), manguito (Galicia), palitos de coco (República Dominicana), habichuelas con dulce (República Dominicana), filloas (Galicia), arepas (Venezuela), ensalada tropical (Brasil) y rabanadas (Portugal). Los presentes en la comida dieron buena cuenta de los manjares antes de dar por concluido el seminario.