El alcalde de Lalín, Xosé Crespo, y el arquitecto César Portela realizaron ayer un recorrido por varios enclaves de la capital dezana para decidir la ubicación idónea del conjunto escultórico de la carballeira de A Crespa, que en los próximos días perderá su titularidad pública y se devolverá a sus antiguos dueños tras una sentencia judicial.

Portela, autor de la idea de la mesa gigante y de las esculturas junto a su hijo, valoró especialmente el enclave de la carballeira do Rodo, uno de los preferidos por el concello por sus grandes dimensiones, la presencia de robles de enjundia y la cercanía al casco urbano, lo que facilitará su vigilancia.

Además de este punto, el alcalde y el arquitecto también se desplazaron hasta la carballeira das Casianas, la fraga de Catasós y el jardín botánico del paseo del Pontiñas, que es el segundo lugar que cuenta con mayores posibilidades.