El grupo de gobierno de Silleda al completo compareció ayer en el salón de plenos para tratar de transmitir la imagen de unidad que tanto se ha cuestionado durante los últimos días, incluso por parte de alguno de los ediles de su ejecutivo. Tras cuatro días sin querer efectuar declaraciones oficiales, ayer la alcaldesa convocaba por sorpresa un acto en el que no se hizo pública ninguna novedad sobre la salida de la junta de gobierno de los ediles Javier Cuiña y Ofelia Rey. La regidora compareció flanqueada por estos dos concejales, en un acto que se había convocado pocas horas antes y en el que se esperaba que se aclarase alguno de los motivos de las desavenencias entre varios de los ediles del grupo de gobierno. Pero todo quedó en proclamas de unidad.

En menos de cinco minutos, Paula Fernández Pena leyó un comunicado en el que negaba que su ejecutivo atravesase una crisis interna y repetía que la "saída destes dous edís da xunta de goberno tén o seu fundamento en motivos estrictamente persoais", exactamente lo que alegó cuando trascendió el conflicto. "Esta decisión foi consensuada polo equipo de goberno e aceptada polo grupo. Non existe ningún tipo de desencontro entre os membros do goberno e todos os concelleiros van seguir nas áreas nas que estaban traballando ata o final do mandato", declaró. Tras apelar de forma reiterativa a la unidad del ejecutivo, señaló que "estas situacións reforzan día a día a unidade deste equipo de goberno e dannos máis forzas e ánimos para seguir traballando polos intereses dos nosos veciños", dijo. No obstante, no clarificó a que se refería con "estas situacións".

Pena concluyó su breve e inconcreta intervención apelando al "mensaxe de tranquilidade á cidadanía" y pidiendo "a quen corresponda que nos deixe traballar para acadar todos os compromisos polos que o pobo nos situou no goberno", concluyó. Después de advertir que "non hai máis declaracións, nin as haberá nos vindeiros días", dejó con la palabra en boca a los medios de comunicación presentes. El gobierno abandonó el salón de plenos, mientras se advertía de que nadie de los ediles atendería a las preguntas de la prensa, para sorpresa de los presentes. Los seis concejales subieron a la alcaldía sin realizar ningún tipo de comentario a mayores de lo que había dicho en tan sólo tres minutos Pena, avisando de que "con este comunicado se da por zanxado definitivamente o tema".

La alcaldesa y sus ediles mantuvieron un encuentro previo a la comparecencia, tras el que se aguardaba que Cuiña o Rey pudiesen explicar los recurrentes "motivos personales" que le obligaron a abandonar la junta de gobierno, pero no fue así. Sólo el ejecutivo conocerá las verdaderas razones y, por lo tanto, Pena quiere zanjar esta crisis cuanto antes. En su comunicado admite que la salida de los ediles fue consensuada, pero no aclara si el grupo dio a Cuiña las explicaciones que pidió el lunes, en las que exigía conocer quién sugirió que debería entregar su acta de edil y cuál de sus compañeros rompió el pacto interno por el que se había acordado hacer pública su marcha arropado por el ejecutivo.