Más de una veintena de aldeas y pequeños lugares de la comarca de O Salnés y Ullán dejarán de estar habitadas en pocos años si no se invierte la actual tendencia demográfica de envejecimiento y despoblación del rural. En el balance del nomenclátor publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) figuran un total de 26 lugares abandonados o con menos de 10 vecinos entre los 12 concellos que forman O Salnés y Ullán.

La mayoría de estas poblaciones semiabandonadas se encuentran en el municipio de Meis, donde se registran hasta ocho lugares con menos de diez habitantes. Pero también hay tres en Vilagarcía, pues en la costa se ha producido a lo largo de las últimas décadas un movimiento de concentración de la población en núcleos más grandes similar al del interior.

El asentamiento de población joven en el rural es además mínimo, aunque ocasionalmente se produzca algún caso. Es el caso de Félix Fernández, que se mudó con su pareja y sus dos hijos menores al lugar de Serrán, en Meis, en vísperas de la pasada Navidad. Según las estadísticas del INE, en esta pequeña aldea de media docena de casas viven solo dos personas, pero gracias a ellos, ahora son seis.

De todos modos, la cifra de lugares deshabitados en O Salnés y Ullán es mucho mayor y supera con creces el medio centenar. Esto se debe a que el INE clasifica como "diseminados" numerosos lugares donde no existe ni siquiera un pequeño núcleo cohesionado. A modo de ejemplo, en Vilanova hay un lugar llamado Montecelos en el que quedan dos casas separadas la una de la otra por 100 metros, y a medio kilómetro de distancia del lugar habitado más próximo, Cardalda. Ambas casas están deshabitadas desde hace más de una década, pero no figuran en la estadística del INE. Y solo en en el municipio de Valga ya hay más de una docena de puntos sin vecinos que figuran como "diseminados".

Tranquilidad y ahorro

Félix Fernández y su pareja son de San Martiño de Meis, y se mudaron el 23 de diciembre a una casa de Serrán, en la parroquia vecina de San Salvador. Tienen dos hijos, un niño de cinco años y una niña nacida el lunes pasado, y están muy contentos con su traslado. "Aquí hay mucha tranquilidad, y la oferta del alquiler es buena", afirma Fernández, que tiene 32 años, seis más que su compañera.

Serrán es uno de los lugares menos habitados de la comarca, según el INE. Desde la pasada Navidad, de seis casas, solo tres están abiertas, incluyendo la de Fernández y su familia. El núcleo habitado más próximo es el centro de la parroquia de San Salvador de Meis, que está a kilómetro y medio de distancia. "No nos importa vivir tan apartados. Eso sí, el coche es esencial y por eso tenemos dos", explica el hombre. Eso sí, admite que los recados pueden resultar un incordio, de ahí que "cuando vamos de compras ya procuramos traer de todo de una sola vez".

Esta familia es una excepción, puesto que lo habitual en estos núcleos es encontrar a personas de edad avanzada, que en muchos casos viven solas.

Menos de 10 vecinos

Meis es el municipio con más lugares con menos de 10 vecinos. Las estadísticas oficiales contabilizan al menos ocho: Caxín, A Cavada y Ladrido, que tienen nueve, respectivamente; Salcedas, que cuenta con ocho; Outeiro, que tiene siete; Serrán, con seis (aunque en la estadística del INE aparece con dos); y A Laxe, que tiene cinco. Además, la aldea de Valdedeus, situada muy cerca del monasterio de Armenteira, figura como abandonada.

En O Grove hay cuatro lugares semiabandonados: Montemar y a Granxa, que cuentan con ocho vecinos cada uno; O Carreiro, que tiene seis; y Balea Marítima, donde están empadronadas tres personas. La misma cifra se da en Sanxenxo, con ocho vecinos en O Carballal, siete en Seixomil y A Revolta, respectivamente (no se trata del núcleo urbano de A Revolta situado en la carretera comarcal de A Lanzada); y cinco en Codesa.

En Vilagarcía, el INE contabiliza a Xovelle con nueve residentes (es un lugar situado en la carretera que conecta Trabanca Badiña con Castroagudín); A Casanova, con dos (se trata de una vivienda situada en un desvío de la carretera de Zamar a Cornazo); y O Pousadoiro figura como lugar abandonado.

Vilanova tiene un lugar sin habitantes, San Miguel de Arriba, y otro con solo dos, A Igrexa. En Cambados, solo hay dos vecinos en Río Pequeno, en la parroquia de Oubiña. Y en Ribadumia solo hay un lugar con menos de 10 habitantes, que se trata de Xesteira, y tiene ocho. En Meaño hay nueve vecinos en Seixomil; en Catoira hay ocho en Portocelo; y en Pontecesures también son ocho en O Cagaxol. Finalmente, A Illa no tiene ningún lugar con menos de 10 personas.