El puente interprovincial que une Catoira con Rianxo permaneció cerrado ayer durante prácticamente dos horas -entre las tres y las cinco de la tarde- a causa de un aparatoso accidente.

Se vieron implicados tres vehículos y resultaron heridos sus conductores: un varón de 43 años, V.M.F.S., trasladado al Hospital do Salnés; y dos mujeres, derivadas al Clínico de Santiago, M.E.B.G., de 38 años, y M.D.F.S., de 59.

Parece que la causa del suceso fue la invasión del carril contrario por parte de uno de los turismos, cuyo conductor se habría quedado dormido al volante antes de colisionar frontolateralmente con los otros dos coches.

El hecho de que los vehículos y los equipos de emergencias desplazados obstaculizaran completamente la calzada obligó a desviar el tráfico por Padrón, con los consiguientes perjuicios para los usuarios de esta importante y siempre concurrida vía de circulación.

Hay que tener presente que se trata de la principal vía de comunicación para los conductores de la comarca de Barbanza que quieren desplazarse hacia cualquier parte de la provincia de Pontevedra o tomar la autopista en Carracedo (Caldas), en sentido Vigo. Y viceversa, ya que todos los vehículos que abandonan la AP-9 en Caldas y los que circulan por esta comarca y O Salnés utilizan el puente interprovincial si quieren ir a Barbanza.

Aunque este accidente no esté relacionado con las pésimas condiciones del trazado, éstas vuelven a cobrar actualidad.

Es un pequeño tramo, de poco más de un kilómetro, perteneciente a las Diputaciones de A Coruña y Pontevedra.

En repetidas ocasiones se denunciaron sus deficientes y peligrosas condiciones, siendo escenario de frecuentes accidentes y cuyo deterioro es tal que las señales de peligro y obras están instaladas de forma permanente.

Cabe recordar que las juntas de dilatación del puente presentan un estado preocupante, de ahí que hace años fuera preciso tapar una de ellas, formándose un badén o "lombo" de asfalto y metal que aumenta el riesgo.