La empresa Abonomar, situada en el entorno de Gradín, en A Illa de Arousa, se ha convertido en uno de los grandes referentes gallegos a la hora de tratar la concha de mejillón. Así lo reconoció ayer el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, en una visita a las dependencias de la fábrica, en compañía del jefe territorial de Medio Ambiente, José Manuel González. La firma, que lleva 23 años funcionando en A Illa, es una empresa pionera en España, al estar certificada en la transformación y gestión de subproductos naturales. El objetivo, explicaba ayer el gerente, José Manuel Cousido, es obtener carbonato calcio de la mejor calidad que se destina, especialmente, a la agricultura y a la avicultura, con objetivo de fabricar un complemento alimentario específico para las gallinas, de cara a paliar las deficiencias de calcio en esos animales".
Con una plantilla de 14 trabajadores, la firma se dedica al tratamiento de más de 4.000 toneladas de conchas de mejillón al año, el 70% de la concha blanca, procedente de conserveras, depuradoras y cocederos.
Abonomar trabaja también con concha de mejillón grande que selecciona para la industria de los precocinados, enviando más de 100 toneladas a las Palmas de Gran Canaria y Barcelona, entre otros mercados. Además, esta empresa, en colaboración con universidades gallegas y asturianas, está investigando el uso de la concha de mejillón, de cara a poder ser utilizada para más fines, como pueden ser depuradoras, chimeneas o limpieza de aguas residuales.
La firma también fabrica camas para el ganado a través de un convenio con la cooperativa Feiraco, así como un producto para campos de fútbol o de golf que permite evitar el uso de la arena de las playas. A mayores, la empresa dedica concha de mejillón, a través de un convenio con la Universidad de A Coruña, para paredes, techos y cimentaciones de viviendas.
