A tan solo una semana para el inicio de la campaña de libre marisqueo en la ría de Arousa, la flota comienza a prepararse para afrontar una actividad que el pasado año no ofreció los beneficios esperados y tuvo que suspenderse tan solo dos meses después de su comienzo.

Para perfilar cómo van a trabajar los centenares de mariscadores a flote de todas las cofradías de la ría, patrones mayores y técnicos de la Consellería do Mar se van a reunir la próxima semana, en un encuentro en el que se pretende definir los topes que se podrán extraer por marinero y día, y sobre todo, hacer un análisis pormenorizado de los muestreos que se han realizado sobre la situación de los diferentes bancos marisqueros, en especial los de Os Lombos do Ulla y el de O Bohído.

La situación de estos dos bancos todavía es una incógnita que los patrones mayores esperan clarificar en esa reunión. "Es cierto que tenemos algunas referencias como que podría haber berberecho, aunque de tamaño pequeño, pero esos muestreos todavía no son concluyentes y debemos esperar al inicio de la campaña para tener una visión más real de cómo se encuentran los bancos marisqueros", explica el patrón mayor de A Illa de Arousa, Juan José Rial Millán.

En principio, los muestreos realizados en semanas anteriores permiten ser optimistas en la recuperación de esta especie, aunque en el sector prefieren ser cautos hasta que la campaña esté en marcha para poder analizar si se ha recuperado o no.

Precisamente la ausencia de berberecho en un banco como Os Lombos do Ulla, ha sido uno de los grandes handicaps con los que se ha encontrado la flota a la hora de faenar en los últimos años. Desde hace prácticamente un lustro, esta especie, que suponía una importante parte de los ingresos para los mariscadores, estaba prácticamente desaparecida de las lonjas de la ría de Arousa debido a la alta mortalidad que sufría. Tras esa mortandad se encontraría una bacteria conocida como la "Marteilia", se apuntó desde Mar, aunque desde el sector siempre reclamaron una investigación en profundidad sobre la situación.

La flota espera que los bancos marisqueros se hayan recuperado con respecto a lo ocurrido el pasado año, cuando las escasas capturas obligaron a la Consellería do Mar y a las cofradías a decretar un cierre de la actividad en el mes de enero, tras poco más de dos meses de actividad. Mar habilitó una línea de ayudas de 1,8 millones de euros para los marineros afectados.