Nos dejó, huérfanos para siempre, una gran persona, un socialista de corazón, un compañero entrañable, un hombre, en el sentido machadiano de la palabra, bueno.

Su sentido del humor, que nunca le abandonó, y su fina ironía, alegraban la vida de todos los que le conocíamos, y su capacidad de trabajo y su optimismo constante nos contagiaba una y otra vez.

No le llegaban las horas del día para atender sus obligaciones familiares, laborales y políticas, pero nunca se quejaba por no perder tiempo.

El socialismo galego y arousán no se entenderían sin su presencia a lo largo de tantos años y, como muchos grandes de la política, no ocupó los puestos institucionales a los que su talento y calidad humana le hacían merecedor. Eso sí, como pocos, jamás se quejó, trabajando para los demás con su innata generosidad.

Mi trayectoria política no existiría sin él, y creo que nunca fui capaz de agradecerle suficientemente su confianza en mí, sus sabios consejos y su sincera y cariñosa amistad.

Hasta cuando volvamos a vernos, viejo amigo. Dale un fuerte abrazo a Otilia, y dile que te recordaré siempre sentado en el despacho del juzgado de Vilagarcía, convenciéndome para que te acompañara en las listas a las elecciones municipales. ¡Qué suerte haberte hecho caso, Seso! Y qué afortunado soy de haberte conocido.

* Joaquín Javier Gago López fue alcalde de Vilagarcía desde 1991 hasta 2007; diputado en las Cortes Generales y presidente de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, entre otros cargos institucionales