El gallo de corral de Meis está de moda. Vecinos de O Grove, Portas, Vilanova y hasta Vigo acudieron ayer a comprar una pieza a la cuarta edición de la feria, celebrada en el Campo da Feira de Mosteiro; y una criadora envió el lunes gallos suyos a Fene, Madrid y Benidorm... Todo empezó hace cuatro años y medio, cuando el Ayuntamiento puso en marcha un programa para la cría de gallos de corral, con el objetivo de emular ferias como las ya consolidadas de Vila de Cruces o Vilalba, y la idea fue cuajando poco a poco.

Los criadores celebraron ayer su fiesta, y uno de los compradores más madrugadores fue el grovense Jose Prol. "Vengo a comer el gallo de corral muchas veces a un furancho de Meis, pero esta es la primera vez que lo compro en la feria". En su opinión, "no tiene nada que ver" un ave criada al aire libre y con alimentación natural de otra que creció con piensos o en cautividad. "La carne es más dura, tiene otro sabor".

Elena Pomar, de Portas, dice a su vez que "la carne es más oscura, más dura. La diferencia con un gallo de supermercado es abismal". Y Enrique Martínez, de Vilanova, sostiene que "siempre me gustó tener un gallo en la mesa en Nochebuena", aunque esta es la primera vez que va a Meis. En años anteriores viajaba a Vilalba y traía de allí un capón. En esta ocasión decidió comprarlo más cerca, y no teme arrepentirse. "Ya he visto que es un buen producto".

Más de una docena de criadores montaron sus puestos en un soportal situado frente al Campo da Feira, con más de medio centenar de gallos sacrificados y limpios expuestos sobre un mesado. La mayoría rondaban los cinco kilos de peso, y el precio era de diez euros el kilo, si bien para los que ya lo tenían encargado y fueron a recogerlo solo costaba ocho euros el kilo.

Los criadores estaban muy satisfechos. Algunos de ellos, de hecho, ya habían vendido todos sus gallos poco antes de mediodía. Manuel Antonio Abal, un hombre de 39 años de San Lourenzo, afirma que "para nosotros hoy es un día de fiesta, en el que pasamos el día juntos".

¿Y la receta ideal? María del Carmen Monteagudo, de San Vicente, cuenta que "yo lo meto entero al horno. Le echo sal y pimienta y lo voy bañando con un poco de coñac. Así hora y media o dos. Y queda riquísimo. Para mí aún está mejor que el cordero".