La Fundación Pública Galega para a Tutela de Persoas Adultas (Funga) ha decidido retirar a las 17 personas que residían bajo su auspicio en la residencia Valle-Inclán. La decisión fue explicada ayer por la Confederación Intersindical Galega (CIG), que venía reclamando, desde hace tiempo, que la administración pública rompa con esta entidad ante los conflictos laborales que se están registrando en el centro desde hace casi un lustro.

Xoán Xosé Bouzas Aboi, responsable de la CIG apuntaba ayer que la actuación era esperable, aunque nadie de la consellería se ha puesto en contacto con ellos para informarles.

Además, recuerda que, desde el pasado 30 de octubre, la firma Estilo y Moda Dos Andando es la que opera en la residencia, sin encontrarse incluida dentro del registro de empresas autorizadas a prestar este tipo de servicios de geriatría, algo que ya ocurría con Nurtime. También recordó que las trabajadoras de esta última han pasado, en su mayor parte, a la nueva gestión, "aunque todavía se mantienen algunas en Nurtime, mientras la Xunta y la administración concursal siguen mirando hacia otro lado.

Para el sindicalista es fundamental que se aclaren algunas cuestiones, como cuales han sido las cotizaciones a la Seguridad Social en los últimos cinco años, de las empresas que han gestionado la residencia, o como Nurtime ha podido "traspasar la actividad a Estilo y Moda dos Andando, ya que ella no era ni propietaria, sino que gestionaba en régimen de alquiler". También insta a que se clarifique si "el Banco Popular es ya el propietario, porque todas estas cuestiones no están documentadas en el juzgado".