El Concello de Sanxenxo vuelve a dirigirse al de O Grove para exigirle el pago de una deuda atrasada. En concreto, la alcaldesa Catalina González Bea reclama al gobierno grovense, que dirige el también conservador Miguel Ángel Pérez, que le entregue cerca de 15.000 euros pendientes de pago desde el año 2010, cuando era alcalde el socialista José Cacabelos. No es la primera vez que esto sucede, y aunque el actual gobierno de O Grove realizó ya algunos pagos, siguen quedando cuentas pendientes.

Se trata de la parte que corresponde abonar a O Grove por el mantenimiento del dispensario que durante muchos años funcionó en Portonovo (Sanxenxo) para atender a pacientes del Servicio Preventivo Asistencial de Drogodependencias (SPAD), con sede en la villa grovense.

Las dos localidades tenían un convenio de colaboración avalado por la Consellería de Sanidade para atender a los usuarios en Portonovo, sin necesidad de desplazarse desde Sanxenxo a O Grove. Y para mantenerlo en funcionamiento era necesario que el municipio grovense aportara el 50% del coste.

El pasado día 3 la alcaldesa Catalina González escribió a Miguel Pérez para decirle que "se recibieron 20.010,16 euros que se corresponden al 50% del coste del dispensario de atención a los usuarios del SPAD O Grove-Sanxenxo correspondientes al año 2013; pero como ya se indicó en otros escritos, queda pendiente de liquidar el importe de 14.569,15 euros correspondiente al coste del ejercicio 2010". En esas reclamaciones anteriores a las que alude la alcaldesa de Sanxenxo, como por ejemplo la presentada por escrito en diciembre de 2011, Catalina González pidió que le pagaran los aludidos 15.000 euros de 2010, pero también otras cantidades similares de los ejercicios 2011 y 2009.

Desde el tripartito grovense indican que "poco a poco" se va liquidando la deuda contraída por el dispensario de Portonovo, pero una vez más lamentan que "el anterior alcalde, que tanto critica en ocasiones los supuestos recortes sociales que aplican los demás, resulta que dejaba de pagar las deudas, lo cual, además de dar una mala imagen de O Grove, no contribuye en absoluto a mantener los servicios que tanto dice defender".

Catalina González vuelve a amenazar con denunciar los hechos ante la Consellería de Sanidade.