El carrusel de temporales que azota la comarca de O Salnés impide que los alumnos del colegio de San Miguel de Deiro puedan regresar al centro el próximo lunes. Con la rehabilitación del tejado prácticamente finalizada, la empresa responsable de las obras no pudo trabajar ayer debido a la velocidad del viento, por lo que se espera que se reanuden las obras durante todo el fin de semana, siempre que las condiciones meteorológicas acompañen.

Educación tiene una hoja de ruta fijada siempre y cuando no continúen los temporales, que pasa por finalizar las obras del tejado a lo largo del fin de semana, recoger todo el amianto que poesía el tejado del colegio el lunes y revisión de la inspección educativa y de los técnicos de la Consellería el martes por la mañana para comprobar que todo se ajusta a las medidas de seguridad exigidas. A partir de ese momento, los operarios municipales se encargarán de trasladar todo el material escolar que fue llevado al colegio de Tremoedo el martes por la tarde y el miércoles se reanudarían sin ningún tipo de problema las clases para los 105 alumnos que conforman la comunidad escolar del colegio Viñagrande, en San Miguel de Deiro.

Las obras, cuyo coste ha ascendido a unos 90.000 euros, fueron contratadas de urgencia tras volar gran parte del tejado del centro el pasado martes, con el paso de la ciclogénesis explosiva "Petra". Toda la parte sur del tejado quedó destrozado y el agua comenzó a filtrar a las clases, por lo que se decidió suspender de inmediato las clases y buscar un nuevo acomodo para los alumnos. Además, el temporal dejó al descubierto todas las deficiencias que tenía el tejado del colegio, entre ellas la presencia de un material tóxico como el amianto, que ha sido retirado por una empresa especializada. El centro ya se encontraba en lista de espera para renovar la cubierta, pero la ciclogénesis explosiva apuró la actuación tras dañar seriamente el tejado del colegio.

Mientras se realizaban las obras, los alumnos del centro tuvieron que ser reubicados en el colegio de Tremoedo, la mayoría, y en el centro infantil de la misma parroquia vilanovesa. Incluso el Concello se ofreció a ceder instalaciones municipales como el colegio de A Prixela o la casa da cultura de San Miguel de Deiro como alternativas al cierre del colegio. La convivencia durante todos estos días entre los dos colegios ha sido excelente y la reubicación se realizó sin ningún tipo de inconveniente. Incluso el transporte escolar funcionó sin ningún tipo de incidencia adversa durante toda esta semana.

El propio alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, agradecía ayer al delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y a la Consellería de Educación la "rápida y urgente actuación que han puesto en marcha nada más ocurrir esta situación para tratar de que los alumnos de San Miguel de Deiro regresen a la normalidad lo antes posible".

El colegio de San Miguel de Deiro tiene una antigüedad de más de tres décadas, por eso todavía contaba con un tejado en el que la presencia de amianto era masiva, elemento que en estos momentos está prohibido por ley. Mientras otros colegios como el Julio Camba, de la misma época aproximadamente, han visto como su cubierta se cambiaba hace años por una más moderna, los cambios en Viñagrande fueron aplazándose hasta que no quedó más remedio que proceder a su rehabilitación integral al ser muy graves los daños estructurales que sufrió.