Falta apenas una semana para que termine el mes de julio, y en O Salnés no está funcionando todavía ninguna de las brigadas de extinción de incendios municipales, que la Xunta de Galicia subvenciona con el 75 por ciento de los gastos de personal.

Finalmente, el servicio va a crearse solo en tres municipios de O Salnés -Cambados, Vilanova y Meis, a los que habría que sumar el de Pontecesures, en Ullán-, pero ninguna de esas cuadrillas está aún en marcha, a pesar de que falta poco para que termine uno de los meses de mayor riesgo de incendios, como es el de julio, y de que una de las principales finalidades de estos equipos es el de realizar desbroces de maleza preventivos.

El municipio de Pontecesures ha sido el que logró cerrar primero las gestiones con la Xunta de Galicia, de modo que su brigada ya funciona desde el 1 de julio. Está compuesta por cuatro personas. En Vilanova se espera que entre en funcionamiento este viernes, mientras que en Meis y Cambados es probable que la puesta en marcha todavía se demore hasta la semana próxima, pues están pendientes de las últimas pruebas de selección y del reconocimiento médico de los aspirantes. En el caso de Cambados la Xunta le ha concedido dos brigadas, lo que supondrá la contratación de ocho personas.

La Consellería do Medio Rural e do Mar puso en marcha este año un plan de brigadas municipales, que significaba la creación de equipos de al menos cuatro personas, contratadas por los ayuntamientos, que en caso de incendio se unirían a las cuadrillas directamente dependientes de la Xunta.

La administración autonómica paga el 75 por ciento de los gastos y el resto corre a cargo de los municipios, que también aportan el material y los vehículos. El plan se financia con fondos europeos, y entre los requisitos figuraba que durante los tres meses de vigencia de los contratos las cuadrillas tendrían que realizar desbroces y limpiezas en al menos cinco hectáreas de monte municipal, de propietario desconocido o de caminos.

Casi ningún municipio arousano cumplía ese requisito, de ahí que sean pocos los que se acogieron al plan y que su gestión se haya eternizado, hasta el extremo de que la mayoría de las brigadas siguen inoperativas a estas alturas del año.

La Xunta de Galicia resta importancia al retraso, alegando que se trata de una situación normal de todos los veranos, y que además de este modo se garantiza que haya equipos operativos hasta finales de octubre por si surge un incendio fuera de temporada. Los propietarios del monte, sin embargo, son muy críticos con la gestión de la Xunta. Creen que este año debería haber ser mucho más ágil, pues al llover tanto en invierno creció mucho la maleza y los montes son auténticos polvorines.