Decir que con la crisis los ciudadanos se echan al monte puede parecer exagerado. Pero no lo es tanto si se explica que es ahí, en el monte, donde actualmente se desarrollan las principales infraestructuras generadoras de riqueza y empleo en la comarca de O Salnés y el territorio del bajo Ulla.

Y es que en Xiabre, cuyas laderas se alzan sobre los Ayuntamientos de Vilagarcía, Caldas, Catoira y Valga se desarrollan obras millonarias capaces de crear empleo y dejar mucho dinero en dichas localidades.

Se trata de los trabajos del Eje Atlántico para el Tren de Alta Velocidad (TAV) y de la proliferación de parques eólicos, que siguen extendiéndose para genera energía y crear riqueza y que pronto van a extenderse a Fontebecha.

En este último caso, hay que indicar que el parque eólico de Fontebecha va a disponer de ocho aerogeneradores que se instalarán en terrenos de la parroquia catoirense de Dimo, donde producirán una potencia nominal unitaria de 3.000 kilovatios, para sumar una potencia total de 24 megavatios.

Así lo explica el alcalde del municipio vikingo, el socialista Alberto García García, quien abunda en ello para aclarar que este proyecto va a utilizar equipos ya existentes en el Parque Eólico Xiabre.

Lo más llamativo, recalca el primer edil, es que en esos ocho molinos van a invertirse cerca de 21 millones de euros, de tal modo que además de energía se generarán unos recursos económicos muy importantes para el Concello de Catoira en concepto de pago de licencia, Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) especial e Impuesto de Actividades Económicas.

Pero eso no es todo, pues según el propio Alberto García, el nuevo parque eólico "generará unos ingresos estimados de unos 90.000 euros anuales en la parroquia de Dimo".

Al margen de la importancia económica, social e industrial que pueden tener los proyectos eólicos desplegados ya en Xiabre, junto a los que están por venir, no cabe duda de que la gran obra desde el punto de vista estructural. presupuestario y mediático es la del TAV.

También afecta, como queda dicho, a las laderas del Xiabre, especialmente en los municipios de Vilagarcía y Catoira, donde se ejecutan ambiciosos trabajos de ingeniería que llevan años en marcha y a los que quedan todavía varios ejercicios más por delante.

Lo importante de tales acciones es que se generan empleos directos, a través de las empresas contratadas o subcontratadas, pero también se producen beneficios indirectos, por ejemplo con la venta de combustible a los camiones y demás maquinaria empleada en las obras.

A esto se suma el negocio que hacen los bares, restaurantes y alojamientos que utilizan los trabajadores del TAV, la venta de todo tipo de material auxiliar e infinidad de acciones o negocios más que ayudan a generar ingresos en la comarca de O Salnés y el territorio del Ullán.

El río y la ría

De forma complementaria, aunque en este caso ya no se ejecute en las laderas del Xiabre, sino partiendo de ellas hacia el río Ulla, para cruzarlo casi en su desembocadura en la ría de Arousa, hay que aludir a la importancia del viaducto del TAV actualmente en construcción entre Catoira y Rianxo, o lo que es lo mismo, entre las provincias de Pontevedra y A Coruña.

Se trata de una obra con un presupuesto de licitación que ronda los 130 millones de euros, lo cual puede dar una idea de su trascendencia.

Este viaducto singular de 1.630 metros de longitud requiere de un proceso constructivo extremadamente complejo, y esto se traduce en la participación de numerosas empresas y trabajadores, por lo que, evidentemente, es otra fuente de ingresos esencial en estos momentos de crisis tanto en la comarca de O Salnés como en la de Barbanza y en el Ullán.

El avance de las obras del TAV por el Concello de Vilagarcía da lugar a importantes cambios en la imagen y el estado de la ladera de Monte Xiabre, pero también en pleno centro urbano, y más concretamente en el entorno de la actual estación de ferrocarril. Como se observa en las imágenes, tomadas esta misma semana, son muchas las modificaciones introducidas, tanto en lo referido a eliminación de viejos tramos de vía como en lo concerniente a colocación de las nuevas, para lo cual es preciso explanar grandes superficies de terreno. Estos movimientos son especialmente intensos en el entorno del barrio de A Torre y el pazo de A Golpelleira, en la gran explanada que rodea a la estación y en Trabanca Sardiñeira, así como en las proximidades de Carril, Bamio y otros puntos de la localidad.