Es la prueba más clásica e importante de la navegación tradicional, muchos la conocen con "a nai de todas as regatas", por eso siempre reúne a un importante número de dornas que, en esta edición, pueden llegar a cerca del medio centenar. Es la Volta á Illa, una prueba en la que las dornas partirán desde la playa de O Bao para rodear el pequeño municipio isleño antes de llegar al punto de partida, donde se sitúa la línea de llegada.

La asociación cultural y deportiva Dorna de A Illa, a través de su Escola de Navegación Tradicional, es la encargada de organizar un evento que mañana alcanzará su XXVIII edición y que en su momento inició el proceso de recuperación de las embarcaciones tradicionales, allá por los años 80, cuando las dornas comenzaban a desaparecer por causa del poliéster.

La dorna a batir este año es la ganadora del pasado año, la "Jalerna", cuyo duelo con otras embarcaciones que ya saben lo que es ganar en anteriores ediciones (Pereka y Cariñosa) puede resultar muy atractivo para todos aquellos que sigan la prueba por tierra, que serán muchos.

La organización ha diseñado un amplio dispositivo de seguridad, como todos los años, ya que la Volta á Illa acostumbra a deparar a los participantes todo tipo de peripecias en esas tres horas que dura para las primeras embarcaciones, casi cinco para las últimas. Desde calmas "podres" hasta vientos huracanados se han dado en la misma edición y con tan solo minutos de diferencia, por lo que en el mar va a haber más de un bateeiro como barco auxiliar y barias lanchas de poliéster de apoyo para evitar sustos. Además, todas las dornas van a sufrir una inspección para comprobar que las medidas de seguridad de a bordo se ajustan a las que se fijan en la normativa. Los puntos más complicados para la navegación van a ser los bordos en zonas como Carreirón, Punta do Campelo, y sobre todo, cuando les toque doblar el puente, algo que se realiza al principio o al final del recorrido dependiendo de la procedencia del viento cuando se decrete la salida de la prueba, a partir de las 16,00 horas.

Se prevé que la mayor parte de los participantes en la Volta á Arousa sean de ambos lados de la ría, pero también está prevista la participación de varias embarcaciones de la ría de Pontevedra, e incluso, de la de Vigo.

La organizadora, la Escola de Navegación Tradicional va a ser la entidad que ponga un mayor número de embarcaciones en liza, más de la mitad de los participantes. No en vano, esta entidad es uno de los referentes en lo que se refiere a recuperación del patrimonio marítimo en Galicia. Además de las numerosas dornas que posee, la ENT cuenta entre sus propiedades con un importante número de barcos de otras tipologías, como el galeón "Rei do Mar", la dorna de tope "Peza de Rabo", un racú o una buceta.

Sin ayudas institucionales

La prueba más emblemática de las embarcaciones tradicionales, la que marcó el inicio de la recuperación de este tipo de barcos, afronta este año un importante número de complicaciones, casi todas ellas económicas. Y es que las administraciones públicas, a excepción del Concello de A Illa, no han aportado ningún tipo de ayuda económica, lo que va a impedir que los ganadores, por primera vez en la historia de esta competición, no tengan un reconocimiento en forma de trofeo. Si se les reconocerá a todos los participantes su presencia con un diploma.

Ayer, los representantes de Dorna y de la Federación Galega pola Cultura Marítima lamentaban que administraciones otrora colaboradoras hayan cerrado sus puertas a este tipo de actividades que "han sido fundamentales para evitar la desaparición de las embarcaciones tradicionales, de parte de nuestra cultura y permiten que los más jóvenes puedan descubrir como navegaban sus antepasados". Es más, el patrimonio marítimo con el que cuenta Galicia, explican, es espectacular, pero mientras en Francia y en otros países europeos, empresas privadas se encargan de organizar eventos vinculadas a ellas por el gran número de personas que atraen, "aquí la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial las prepara de forma altruista y solo recibe la espalda de determinadas administraciones".

Sin ayudas, mantener la infraestructura que supone la Volta á Arousa en el futuro, especialmente en medidas de seguridad, con presencia de barcos auxiliares, "va a resultar muy complicado si no se implican las administraciones".

La ausencia de ayudas parece que no va a alterar sustancialmente el calendario de competiciones de dorna, aunque de ese calendario han comenzado a desaparecer pruebas como el Triángulo do Cantiño.

Un récord situado en casi tres horas

La Volta á Illa, además de ser la prueba más emblemática de las embarcaciones tradicionales, es también una de las más complicadas técnicamente, ya que se pueden vivir todo tipo de situaciones a la hora de rodear los siete kilómetros cuadrados de superficie que posee el municipio. En función de las condiciones meteorológicas reinantes en el momento de la salida, esta se hará siempre hacia el viento para evitar que la flota pueda perderse en alguno de los bordos que deben hacerse a lo largo de la prueba.

En esta edición, todo apunta a que la salida será hacia el norte, o eso indican las previsiones, lo que permitirá ver como se juegan el bordo del puente de A Illa las embarcaciones que luchen por la victoria.

Rodear todo el municipio suele suponer una inversión para las mejores embarcaciones que ronda las tres horas de duración. De hecho, el récord establecido en su momento es de dos horas y 45 minutos, conseguido gracias a un viento constante de entre 8 y 9 nudos.